El escritor Tom Wolfe afirmó: “el alivio seguro para la vanidad es la soledad”. En la era de Instagram, no hay nada más cercano a esto que la hazaña —continua— de la selfie perfecta y la desesperación por llamar la atención en un mundo que ya de por sí está sobresaturado con imágenes, muchas de ellas relacionadas a una cultura cuyos estándares de belleza, riqueza y estatus son ridículos.

Peter Philips, director creativo y de imagen para la división de maquillaje de Christian Dior, se ha dado a la tarea de crear conceptos, ideas y estilos para una mujer a la que no le asusta expresarse libremente, que no le teme al color y que está interesada en el cambio. Pero la mujer para la que el artista belga crea, es una muy distinta a la que tradicionalmente buscaba seducir la maison en el pasado.

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