Feria Material Vol. 11: Entre comunidad, arte y un guiño a Lynch |

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texto Danielle Franco
fotografías cortesía de Feria Material

El Hotel Habita fue el escenario para la rueda de prensa de la Feria Material Vol. 11. Mientras nos acomodábamos en la terraza, abarrotada por la convocatoria que tiene “la feria de arte más querida de América Latina”, Marcos Ruiz, codirector de la feria, apareció con una camisa que no podía pasar desapercibida: un tributo a Twin Peaks. Ese pequeño gesto —cargado de cultura pop y del luto reciente por David Lynch— resonó como un recordatorio de lo interconectadas que están las narrativas del arte, el cine y la vida.

Este año, Feria Material refuerza su compromiso con la representación y la accesibilidad. Más del 50% de sus expositores son galerías latinoamericanas, lo que posiciona a MAF como una plataforma clave para la región. Según el comité organizador, esta decisión no solo busca visibilizar el talento emergente y consolidado de América Latina, sino también fomentar conexiones globales.

“La participación mayoritaria de galerías de la región posiciona a Material como una ventana de representación global del arte latinoamericano, que cada vez interesa más a mercados como el Asia-Pacífico”.

Esta perspectiva global lleva a reflexionar sobre cómo se asegura que los expositores internacionales respeten y enriquezcan las dinámicas culturales de la región. Los organizadores fueron claros: el comité de selección juega un papel crucial en este aspecto.

Feria Material Vol. 10

“Seleccionamos proyectos que aporten al diálogo cultural sin trivializar ni descontextualizar las prácticas locales. La prioridad es enriquecer la experiencia artística, no reducirla a clichés”.

En esa misma línea, otra inquietud recurrente fue cómo garantizar un equilibrio entre las galerías emergentes y las más consolidadas, un desafío común en las ferias de arte contemporáneo. Sobre esto, los organizadores destacaron que la escala humana de MAF permite dar espacio a proyectos experimentales que muchas veces quedan relegados en otros eventos.

“Nuestro comité selecciona cuidadosamente proyectos independientes para equilibrar las dinámicas del mercado. Esto permite que espacios emergentes coexistan con los nombres más establecidos”.

Entre las propuestas de este año, destaca la apuesta por la accesibilidad, no sólo en términos de contenido, sino también en lo logístico. Durante el Material Monday, que se celebra el lunes previo a la inauguración de la feria, se ofrecerá transporte gratuito para realizar un recorrido especial por diversas galerías de la ciudad, conectando la feria con otros espacios artísticos clave en Ciudad de México. Además, los precios de entrada buscan democratizar la experiencia artística: estudiantes, maestros y personas de la tercera edad tienen descuentos, y los niños entran gratis. Todo esto contribuye a una narrativa que no solo quiere exponer arte, sino también construir comunidad.

El programa incluye imperdibles como el Opening Night VIP, una experiencia que promete reunir a coleccionistas, galeristas y curiosos en un ambiente vibrante, y el ya mencionado Material Monday. Pero más allá de los eventos, hay detalles que definen el espíritu de esta edición. El Banregio Lounge, por ejemplo, se perfila como un punto de encuentro para fomentar el diálogo, mientras que el Olivia Foundation Prize se convierte en un gesto tangible de apoyo a las mujeres artistas emergentes.

La feria también destacó su enfoque en la sostenibilidad cultural y económica de galerías y artistas participantes. Los organizadores subrayaron que Material ofrece costos competitivos en comparación con otras ferias internacionales, además de fomentar la interacción entre mercados regionales.

“Trabajamos para conectar mercados que a menudo son ignorados en los circuitos principales. Esto permite una sostenibilidad que va más allá del evento en sí”.

En términos de coleccionismo, la feria se presenta con una oferta que oscila entre los 5,000 USD y los 30,000 USD, aunque la mayoría de las piezas estarán por debajo de los 10,000 USD. Esta estrategia apunta a incluir tanto a coleccionistas consolidados como a aquellos que comienzan a explorar el mundo del arte contemporáneo.

Sin embargo, lo que me queda más grabado de la mañana en el Habita no son sólo los datos ni el programaa, sino los pequeños gestos: una taza de té olvidada en la mesa, las risas entre los organizadores, el roce de unos guantes de lana sobre una libreta negra con el logo de Feria Material. Esa camiseta de Twin Peaks se sintió como un símbolo inesperado de lo que es esta feria: un espacio que, sin temor a lo excéntrico ni a lo íntimo, nos recuerda que, entre números y transacciones, el arte sigue siendo un acto profundamente humano.