Tras la amenaza de un bicho de nombre Coronavirus que no ha dejado de permear en nuestra sociedad, todos, absolutamente todos, estamos tratando, ingeniando y creando estrategias que nos permitan vivir, más o menos, en paz. Al menos para tratar de recuperar un poco de nuestra normalidad —que parece robada y sustraída de una forma muy agresiva—.

El esfuerzo es enorme. Chicos, medianos y grandes empresarios de todas las ramas e industrias están haciendo lo más que pueden para ofrecer, de una forma segura, un regreso a la vida cotidiana después del cese de toda actividad económica no esencial. No ha sido fácil; no pinta fácil.

En esta fila de comercios y empresas que comienzan a retomar actividades que ofrecen servicios, se encuentra El Palacio de Hierro. Este querido grande ha abierto sus sucursales de Polanco, Perisur, Santa Fe, Coyoacán, Centro y Durango, ubicadas en la Ciudad de México desde el 8 de julio en un horario especial de 11:00 hrs. a 17:00 hrs., hasta nuevo aviso. También hasta nuevo aviso, abrirá al 30% de su capacidad total.

Es de suma importancia conocer las medidas de seguridad que implementará la tienda, lo que pretende garantizar la salud y el cuidado de sus clientes. Cuidarse y respetarla nos toca a nosotros. Seamos prudentes, que la realidad está dicha.

A continuación me permito citar las medidas de seguridad tal y como las ha comunicado El Palacio de Hierro:

– El uso de cubrebocas es obligatorio para colaboradores y clientes.

– Es obligatorio el uso de guantes desechables para los colaboradores en contacto con alimentos y bebidas.

– Registro de temperatura con termómetro infrarrojo.

– Aforo máximo en tienda del 30% de la capacidad total, incluidos los colaboradores.

– Espacios físicos claramente delimitados para guardar la sana distancia de 1.5 metros, tanto para clientes como para colaboradores.

– Suministro de gel antibacterial al 70% de alcohol en todas las áreas de la tienda.

– Uso de elevadores con no más de dos personas por metro cuadrado.

– La constante desinfección de escaleras eléctricas, elevadores, baños y probadores.

– La institución de un concierge de Salud para supervisar procesos de prueba de mercancía y devoluciones.

El Palacio de Hierro