En esta colección de contrastes, vimos sobre todo cuidado en los detalles, muchos bordados, teñidos y plisados. Todo este trabajo a mano, es el resultado de la exploración de los materiales elegidos y el proceso para materializar una idea, ofreciendo una demostración amplia de habilidades en las intervenciones textiles. Además del evidente trabajo de confección y costura, es interesante ver que a pesar de que los alumnos —ahora diseñadores—, recorren el mismo camino y son guiados por los mismos profesores, su imaginario se dispara en distintas direcciones. Esta temporada los looks van desde referencias étnicas, hasta algunos que parecen del futuro.

Como siempre, CENTRO se superó, y pone una pauta a lo que se espera de la moda emergente en México, ofreciendo una de las presentaciones donde más diseño experimental podemos ver. Se le celebra también el respeto y reconocimiento que le dan a cada uno de sus diseñadores, por brindarles la oportunidad de lanzarse a un mundo profesional, partiendo de una primera experiencia de talla.