Esta publicación es parte de nuestra edición No. 22, jun – jul 2012.
Me resulta extraño escribir para una revista —aunque en cierto momento pensé dedicarme a una actividad así—, pero sin planearlo hoy me encuentro diseñando y escribiendo sobre mí. Siempre supe que me dedicaría a algo que pudiera hacer con mis propias manos, aunque no fuera específicamente ropa.
En mi familia siempre fue importante mi desarrollo personal, viajar y ser independiente, así es que a los 19 años me fui a vivir a Francia. Hoy creo que es lo mejor que pudo pasarme, pues fue un año intenso de aprendizajes, viajes y experiencias que cambiaron mi perspectiva y abrieron mis posibilidades. Conocer y vivir culturas y gente tan diversa, viajar desde pequeña y venir de una familia multicultural define mi personalidad y mi trabajo.
Después del viaje volví a México en 2004 y empecé la carrera de Artes en la UDEM, pero no era lo mío. Tras un año de papeleos, logré que me aceptaran en un par de universidades. Me mudé a Barcelona y cambié de carrera.
Me gradué en Diseño de Moda y Textil en el Instituto Europeo de Diseño (IED) con especialización en estilismo de moda. Durante este tiempo tuve la oportunidad de conocer excelentes maestros y compañeros de todo el mundo con un talento, visión y profesionalismo que hacían de cada proyecto un reto. En el último año comencé a desempeñarme como asistente en estilismo; me encantaba salir en mi Vespa amarilla cargada de ropa por toda la ciudad. De esta forma, conocí de cerca cómo funcionan los showrooms, sesiones de fotos, desfiles y ferias como el Bread & Butter.
Después de cuatro años dejé Barcelona. Había estado en Estambul una vez, y desde que conocí esa ciudad, decidí que tenía que vivir ahí: Seis meses después conseguí empleo y me mudé. Trabajé como asistente de diseño en Mavi Jeans, una de las marcas más importantes de allá. Empecé poniendo etiquetas y terminé haciendo 20 fichas técnicas diarias para producción en Illustrator, trabajaba como loca. Vi de cerca cómo funciona una empresa de distribución internacional, un equipo de diseñadores de todas las nacionalidades, cómo llevar una idea desde un borrador hasta ver la prenda colgada en tiendas por todo el mundo. Pero lo más enriquecedor fue vivir y conocer una cultura tan ecléctica, me hacía profundamente feliz y saturaba mi cabeza de información e ideas.
Regresé a México en 2010. Compré una máquina de coser, una mesa de corte, y comencé a hacer lo que sabía: Ropa. Concursos, ventas y colaboraciones con amigos que empezaron a seguir y apoyar mi trabajo, hicieron que hoy tenga una marca establecida, en la cual estoy involucrada 100% y de manera directa, desde bocetar y elegir tejidos, hasta organizar un desfile y distribuir las prendas. Disfruto mi trabajo, colaborar con gente tan interesante, y tener un negocio propio que me permite expresar mis ideas y poner en práctica todo lo que he aprendido.
El proyecto de Cynthia en cynthiabuttenklepper.com
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