Chris Koehn es músico y arquitecto. Hay una coyuntura interesante entre sus dos profesiones: por un lado está ese orden milimétrico y cualitativo con el que proyecta en su despacho de arquitectura, y por otro, una libertad absoluta y sensorial —procesos introspectivos y muy sensibles— con la que compone en el estudio.

Su proyecto musical es uno que nació junto con él, pero que materializó después de una pérdida muy personal y que lo llevó a canalizar ese dolor en la creación de sonidos, una suerte de terapia y fuga. Así, en 2008 lanzó su primer sencillo, Ausencia Plana que se incluyó en el soundtrack de la película La última y nos vamos.

En 2013 creó Songs For Yoshimi, un EP editado por Noiselab Records, y en 2017 lanzó Permanent Impermanence con Arts & Crafts. Este 2020, en medio de un cúmulo de emociones, produjo Winters of Sleep y Verde. La semana pasada lanzó su más reciente trabajo, Little Wonder.

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Esta playlist es un viaje de introspección. Indistinta al género, a la atemporalidad o moda musical. Canciones que me inspiran, que me reconectan con mi  ser y me llevan al presente. Música que me ayuda a crear nueva música, a crear nueva arquitectura.

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@chris_koehn