Sus imágenes están definidas por su luminosidad y los altos costos de producción, siempre con un constante juego entre sexualidad, subversión, glamour y destrucción. A finales de enero de 2009, LaChapelle llegó a la Ciudad de México —acompañado de la legendaria transexual, Amanda Lepore— a instalar y a presentar Delirios de Razón, una exhibición de sus imágenes más icónicas junto con los nuevos “murales religiosos” que, de acuerdo a LaChapelle, se pueden ver directamente asociados con los murales y frescos tan característicos del paisaje visual de la capital mexicana. Lo interceptamos días antes de la inauguración de su exhibición en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y tuvimos una pequeña entrevista con él. Nos cuenta que su trabajo “se entiende mejor” en México.
“Nunca vi la diferencia entre ser un fotógrafo o ser un artista. No tracé esos límites”, le dijo hace algunos años el célebre fotógrafo, David LaChapelle, al entrevistador Gianni Mercurio. “Ultimadamente, las fotos se hacían para las revistas. Se tomaban para llamar la atención —para que uno se detuviera mientras hojeaba cientos de imágenes, ¡BAM! Me imaginaba una página en blanco y yo podía hacer lo que quisiera en esa página. Eso me inspiraba, de ahí salían mis ideas.”
El espacio entre ser un fotógrafo o ser un artista, el espacio entre ser una página en blanco o una idea interiorizada, David LaChapelle ha construido una extraordinaria carrera como fotógrafo de moda, de publicidad, de celebridades y de arte que abarca más de dos décadas, desde que comenzó su carrera como protegido de Andy Warhol en la revista Interview.
Daniel Hernández (DH): ¿Cuál es tu impresión de México? ¿Has estado aquí anteriormente?
David LaChapelle (DL): Me encanta. Me encanta su historia, la historia del arte, la cultura, la calidez de la gente y la no pretensión. Pequeñas cosas: la comida, el sentido de libertad.
DH: ¿Cómo cambia el proyecto en el contexto mexicano? ¿Cómo crees que será interpretado en México?
DL: Creo que las imágenes se entienden mejor aquí. Los nuevos murales en los que he estado trabajando los veo en el contexto de los grandes muralistas mexicanos, siendo el mejor ejemplo Diego Rivera, bajo esa perspectiva la gente va a entender cuáles fueron mis objetivos y cuáles mis intenciones. En el arte contemporáneo los murales no son recurrentes y menos aún en fotografía. Tienen por lo general una historia moralista, se puede aprender mucho de ellos, son narrativos y utilizan mucho simbolismo. Hay un punto de vista que el artista intenta expresar a todo el público y eso es muy típico del Pop Art. Así que desde que supimos de la exposición, México me dio un buen presentimiento, tenía aún más ganas de venir aquí que ir a París o a Nueva York. Me parece que existe un gran entendimiento de mi obra en este lugar, además de que mucha de la inspiración proviene de América Latina; así que, en cierto sentido, creo que aquí se entiende más. Es bueno que el artista se pueda comunicar, siento que el trabajo que estoy haciendo le llega a la gente.
DH: ¿Así que consideras que contextualizar tu trabajo en México es convertirlo en una extensión de la historia del muralismo?
DL: Definitivamente está influenciado por eso, y cuando es visto aquí se crea una relación.
DH: Se puede decir que la cultura de la celebridad ha alcanzado niveles extremos. ¿Crees que se acabe? ¿Está en su fin o le ves un final?
DL: No. Creo que cada cultura en la historia ha celebrado a ciertos miembros, ya sea por su belleza o por su estatus familiar—de qué familia proviene—. Es algo que siempre nos ha fascinado. Es una característica humana; no es una ocurrencia nueva ni un invento. Pero como todas las cosas, lo mismo pasa con los ornamentos al cuerpo; lo puedes llevar al extremo convirtiéndolo en algo negativo, esto sucede cuando pierdes el balance de ciertas cosas en la vida que son igual o más importantes. Muchas de las fotografías de esta exposición, especialmente en las fotos de moda del principio —son mi trabajo más antiguo—, se pueden ver las casas que han sido demolidas por desastres naturales y aún así hay gente en vestidos de alta costura. Habla de la obsesión. La moda, la ornamentación, la belleza y los tacones altos están bien. Pero cuando se llega al punto de necesitar cientos de ellos y eso se convierte en tu único valor, en cómo te ves y cuántas cosas te pertenecen, entonces se convierte en un problema. Muchas de las imágenes cuestionan eso. Es más complicado ser subversivo siendo parte del sistema y usar mi fotografía de moda y celebridades como medio. Sin embargo, lo hice lo mejor que pude.
Al mismo tiempo amo el glamour, amo la fama y amo la belleza. Así se presentó la paradoja. Empecé en galerías, después pasé por la revista Interview y trabajé para publicar durante 20 años dejando el mundo de las galerías hasta el 2007, cuando regresé. Así que estoy presentando nuevamente mi trabajo como artista después de veinte años. He aprendido mucho, aprendí a comunicarme y estoy aplicando esa comunicación en vez de sólo vender —siempre lo haré a mi modo, en mi propia manera subversiva, irreverente—. Ahora vendo mis ideas, las ideas que traigo en mi cabeza. Amo el glamour, amo la belleza, amo los cuerpos y considero que no son orificios únicamente. Estamos intentando rescatar la figura de la pornografía para verla como algo hermoso, como naturaleza, como la idea que tenía Michelangelo: Dios existe gracias a la belleza del hombre. Esa es mi ideología.
DH: ¿Hay algún elemento espiritual hacia la homosexualidad o la sexualidad? ¿Qué tanto hay de seductor en lo transexual?
DL: Creo que la espiritualidad es algo que se puede imponer a cualquier cosa. Puedes estar haciendo el amor y que sea como rezar, puede ser una ofrenda, o puede ser un regalo que agradeces a la mitad del acto sexual. A través de tanta doctrina y de tanto dogma, nos han enseñado que el sexo es algo sucio. Tal vez eso es parte de la diversión. “Es suuuuuuucio”. Pero en realidad es algo que puede trascender y ser un momento espiritual.
DH: ¿Qué hay de seductor en lo transexual como icono?
DL: Por años he intentado responder a esa pregunta y aún no lo sé. Estoy haciendo una nueva serie llamada Paradise Regained (El Paraíso Recuperado), en la cual he trabajado durante dos años y le daré seguimiento durante un año y medio más. Y… no sé por qué.. pero funciona. La escena en donde Amanda Lepore está dando a luz en la selva, es toda una narrativa. Honestamente, no sé por qué significa lo que es, pero es muy particular de ella. No es ni un transexual ni una mujer. Hay algo especial en nuestra relación.
DH: ¿Con Amanda Lepore?
DL: Si. Está aquí.
DH: ¿Se están quedando en la Zona Rosa?
DL: Mmmh… Ella es la Zona Rosa [se ríe].
DH: Ha sido tu musa por cuatro años.
DL: Así es. Cuando empecé hacer en la selva la serie de Paradise Regained (El paraíso recuperado), me di cuenta que no se vería igual con alguien más. Es realmente milagroso, como una escena nueva de la natividad. No sé qué es lo que encuentro seductor, tal vez sea la idea de trascender, de que podemos crear nuestras propias vidas. Es el ejemplo perfecto de la auto-creación. La gente dice que he reinventado mi carrera, sí, pero te sigues viendo igual. En cambio existe alguien como Armand que nació como niño, fue maltratado, abusaron de él y ahora es un símbolo sexual.
DH: ¿Qué sacarás de provecho de tu estancia en México? ¿Qué esperas de esta experiencia?
DL: Honestamente vine sólo porque estaba muy emocionado de exponer en México; pensé que mi trabajo sería bien recibido y que lo entenderían. Freddie, quien ha trabajado conmigo durante 15 años, es mexicano. Tengo un vínculo muy especial con Latinoamérica. Es algo que no puedo explicar, es un sentimiento, una sensación de bienestar inarticulado. Me encanta estar aquí.
Ediciones anteriores

192 Mix @ Regina Alencaster
Regina Alencaster está en todos lados. En el arte, en la moda y en todas aquellas conversaciones […]

Gabriel Orozco: politecnicismos aplicados
Lo politécnico se refiere a un cúmulo de ciencias, técnicas o disciplinas aplicadas en conjunto para llegar […]

El arte de unir contrastes: Taller 222 + Sangre de mi sangre
El ingenio mexicano siempre encuentra maneras de innovar, de crear nuevos caminos y objetos que superan el […]

Zona Maco 2025: Entre texturas, trampantojos y la estética del refugio
Recorrer Zona MACO siempre es una experiencia de inmersión entre diversas intersecciones, mi favorita, aquella que reside […]

Premios Gorrita Azul 2025: Del meme a la gala
Proyectos Públicos y Soho House Mexico se preparan para recibir la segunda edición de los Premios Gorrita […]

Salón ACME celebra su 12ª edición
Proyectos Públicos en General Prim 30 —un edificio cargado de historia en la colonia Juárez— se convirtió […]

Siempre Sí Vol. 4: Lo guapachoso también es político
El bodegón industrial en Lucerna 32 de la colonia Juárez, será el escenario donde Siempre Sí celebra […]

Feria Material Vol. 11: Entre comunidad, arte y un guiño a Lynch
El Hotel Habita fue el escenario para la rueda de prensa de la Feria Material Vol. 11. […]

Basoteve: Diego Vega Solorza en Art Basel Miami 2024
basoteve Quizás es la constante búsqueda de espacios para expresar sus ideas a través del cuerpo, el […]