Es la historia de un hombre de campo enfrascado en la pobreza y diagnosticado con esquizofrenia catatónica incurable y depresión que empieza a dibujar. Es mexicano e inmigrante: Martín Ramírez (1895-1963). En 1925, deja a su familia en México para irse a trabajar en Estados Unidos. Pocos años después, debido a su enfermedad mental, es hospitalizado y víctima de confinamiento involuntario por el resto de su vida.
Ramírez empieza a dibujar y crear con los materiales que encontraba en las instituciones psiquiátricas donde estaba: el papel que ponían sobre las camas de operación, puré de papas que había para la comida, escupitajos, crayones, lápices, ingredientes de la cocina. Sus dibujos como una abstracción de su vida, ejecutados con una honestidad casi convertida en dulzura, hipnotizan y cautivan al observarlos.
La casa francesa Lemaire realizó la primera colaboración con Ramírez en su pasada colección otoño-invierno 2020 y la extiende a esta primavera. La mezcla de disciplinas, el dibujo plasmado sobre la tela, con la pulcritud que caracteriza a Lemaire —en trazos, siluetas y materiales— han creado un vestiaire hermoso e interesante: faldas, tops, camisas unisex, vestidos, chaquetas y un bolso.
Los dibujos de Ramírez que se ven en la colección son Madonna, Boat and Canal, Landscape, Horse Rider 1 y 2. Todos fueron traspuestos a su tamaño original, lo cual juega sutilmente con el movimiento de las prendas en el cuerpo. La paleta de color también se mimetiza con la obra, logrando una metamorfosis con las líneas y los gráficos en la tela.
Actualmente, el cuerpo de trabajo de Ramírez puede ser visto en distintas retrospectivas alrededor del mundo. Se conservan alrededor de 450 dibujos del artista mexicano.
