Miro y reviso a detalle la nueva colección de Salvatore Ferragamo, la que apunta al segundo semestre del año, y noto un guiño, claramente circunstancial, hacia el tema de nuestra más reciente edición impresa, #MañanaEsHoy. La casa florentina ha cambiado su forma de ver la moda: se relaja, se adapta, se transforma, se sumerge en un nuevo lenguaje. El presente impera, el futuro nos ha alcanzado.

Y a pesar de que se encuentra en un momento de transición —esta colección fue concebida por el equipo creativo interno de la casa, aún sin una dirección creativa específica—, se aprecia una constante moderna, juguetona; la colección es una mezcla de piezas para hombre y mujer (y usadas en ambos), para el día y la noche (sin distinción), sutilmente neutrales (para el uso diario), pero con un toque futurista que se mantiene firme desde hace varias temporadas.

Luego es imposible bajar la mirada a los zapatos, donde siempre hay que hacer un statement: esas botas son desde ya un deseo. Luego subimos la mirada: hay algo en esas gafas, o mucho, persiste la irreverencia y el atrevimiento. Gustan. Finalmente los bolsos, siempre los bolsos. Se usan desaliñados, enormes, hechos de una piel magnífica, tirados al frente, no portados de la forma convencional. Dicta la casa: la bolsa Ferragamo Studio se presenta en nuevos tamaños y materiales, incluyendo el efecto de relieve de cocodrilo, deformando la escala de sentido del espectador.

Su interpretación de lo informal resulta divertida para un emporio que se lee —hay qué decir ‘se leía’— conservador. Pero ya se ha dado vuelta a la página, se camina hacia la transición. Y mientras llega la nueva cabeza creativa, el proceso tiene buena pinta. No te pierdas los detalles en las siguientes fotografías:

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