"Bueno mira, tú sabes que somos lo que hay, lo que se vende como pan caliente, lo que prefiere y pide la gente..."
fotografía de portada Carlos Álvarez-Montero
cortesía de OJO | VERSALLES
Revisitar un archivo fotográfico de más de 20 años de trabajo, encontrando similitudes e intersecciones entre su acervo, fue, sin duda, un empate entre un proceso antropológico y uno introspectivo en el viaje que Carlos Alvarez-Montero emprendió junto a Mara García y Alberto Rodriguez, encargados de la curaduría de “Somos lo que hay”, un cuestionamiento sobre qué es lo que somos y cómo nos aproximamos a lo que buscamos ser.
Con distintas líneas que parten de preguntarse ¿Qué es “lo mexicano”?, Carlos Álvarez-Montero amplifica y expone parte de su trabajo —que por contiendas que lo enmarcaron y “obstaculizaron” mientras estudiaba la maestría en fotografía, video y medios relacionados en la School of Visual Arts de Nueva York, fue etiquetado como el trabajo de una persona no-blanca y, por ende, prematuramente relegado a ciertos temas como la “raza”, la migración y a lo que en Estados Unidos denominan “temas minoritarios”, o de “las minorías”—, dejando claro y atacando ese sesgo de percepción que apunta a que “lo mexicano” está limitado a un sólo terreno, y que por el contrario, “lo mexicano” es diverso y multicultural, de identidad líquida, en constante movimiento y adaptación y no teme romper con las convenciones.
Las fotografías, en su mayoría retratos que agrupa en campos semánticos, muestran cómo el ser mexicano en búsqueda de identidad propia nos lleva a terrenos en los que las creencias, las prácticas, e incluso los deportes o la música son testigos de esa multiculturalidad y pueden ligarse a términos tan intrínsecos en el ser humano como los rituales.
La idea de la modernidad arraigada profundamente en nuestro imaginario, así como la apropiación de elementos de todo tipo –urbanos, (neo)religiosos, populares, artísticos, etcétera– en nuestra expresión, enriquece, más no delimita nuestra identidad, por eso, y en resumen, la exposición es una aproximación a rostros, subculturas, prácticas y hasta entornos como nuestro hogar, que solo suman a lo que somos como diversidad y nos invitan a reflexionar sobre ¿qué implica ser mexicano? resignificando y subvirtiendo distintas nociones preconcebidas a través de lxs sujetxs y objetos que retrata.
El primer volumen “Somos lo que hay” se llevó a cabo en 2017 en el Metro Chabacano (CDMX), con una selección de imágenes donde la intención era que las personas tuvieran la oportunidad de observar las exploraciones del autor sobre los múltiples elementos que conforman las mexicanidades. OJO MX ARTE y OJO | VERSALLES presentan “Somos lo que hay” (Vol. II), de Carlos Álvarez-Montero, dentro de la galería OJO | Versalles (Versalles 113 , Col. Juárez, Cuauhtémoc) de miércoles a viernes de 12 p.m. a 6 p.m. y sábados de 12 p.m. a 5 p.m. Con visitas guiadas y screenings los días 27 de enero 6 p.m., 15 de febrero 7 p.m. y 2 de marzo 6 p.m. culminando ese día la exposición.
Consulta más detalles en ojoarte.mx
Ediciones anteriores
AORA: La nomenclatura del color
En presente y en superlativo, con sólo cuatro letras que forman una palabra, el momento más importante […]
Embalsamada con picante: Nicole Chaput
Nicole Chaput (1995) es una pintora mexicana que estudió la Licenciatura en Bellas Artes en la School […]
The Lagoon
“Que mi reflejo en la laguna no te engañe, mi pasado también porta falsedad. Cuidado cuando el […]
Álvaro Verduzco: Juego de manos
Fue en 2008 que Álvaro Verduzco —artista gráfico y dibujante— comenzó a crear en papel su colección […]
Cocina Estelar
Emprender un viaje que cruzara distintas fronteras gastronómicas y recorriera propuestas culinarias deliciosas y fáciles de preparar […]
Tapetes Mughal y su encuentro con Rocca Luis César
Cuando dos proyectos virtuosos en su propio quehacer hacen sinergia —me refiero a los tapetes Mughal y […]
Tótem: el arte y el estar presentes
Sentado en la oscuridad de una sala de cine pude sentir el contraste emocional de lo que […]
Mujeres Laguna
En la colonia Doctores, entre máquinas de hilo abandonadas y herrería color verde pistache, se ha ido […]