Hay quienes dicen que Andy Warhol tuvo muchas musas, los mismos apuntan a Edie Sedwick y Marilyn Monroe, entre muchas otras, pero se han olvidado de ciertas curvas, unas que en 1960 robaron la atención de Warhola (su nombre real hasta que se quedó como Warhol porque alguien escribió mal su nombre en el crédito de una revista). Coca-Cola era estilizada, democrática, fresca y morena, y su papel en la sociedad era jugo para convertirse en musa del artista, quien tomó el arte convencional y lo hizo polvo moderno. Parte de su discurso en torno a Coca-Cola, iba sobre lo que significó que en Estados Unidos eferveciera una tradición en la que los consumidores, tanto ricos como pobres, compraran esencialmente la misma cosa. Todas las Coca-Cola que se consumían eran iguales y eran para todos.
Hoy Coca-Cola vende más de 1.900 millones de bebidas al día, pero su nombre y su imagen es artífice también de una gran tradición iconográfica incrustada en la cultura popular del mundo. El diseño, el arte, y la moda —sobre todo la moda—, se han disparado en distintas direcciones tomando lo mejor —en ocasiones lo peor— de esta marca, para crear nuevos productos y/o discursos.


En 1986 Tommy Hilfiger creó una colección exitosísima inspirada también en esta musa, puntualmente en su publicidad, en ese entonces fue un parteaguas por promover la logomania, que más tarde en los 90 se convirtió en un sí o sí en la moda. Más de 33 años después, Tommy reedita esta colección y lanza una pequeña cápsula limitada con nuevas siluetas, pero la misma frescura de ese entonces. Esta colección tiene prendas rediseñadas de aquella colección, con un logo que fusiona el de Tommy Jeans y el de Coca-Cola. La cápsula de edición limitada incluye sudaderas, rompevientos y playeras en colores llamativos: azul, rojo, blanco, amarillo, azul cielo y turquesa. También incluye unos shorts rojos con el logotipo a los costados, playeras que juegan con bloques de colores, y demás prendas con collages de los logos de dichas marcas.
Esta colección refresca el imaginario de ambas firmas, y contribuye a la cultura visual que construyen marcas icónicas como éstas, que comparten, además, el compromiso de ser auténticas y optimistas. Esta colección cápsula se encuentra disponible en México desde el 5 de abril, exclusivamente en Lust Polanco. Av. Pdte. Masaryk 311, Polanco.
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