Hay pocos diseñadores jóvenes que han logrado sobresalir tan rápido en la escena de la moda internacional como lo ha hecho Michael Halpern con su proyecto. No es una celebridad del mundo de Instagram, no hace moda urbana, no tiene la prenda de la temporada ni trabaja de la apropiación/recontextualización de diseños históricos o corrientes contraculturales. Sin embargo, desde que se graduó de Central Saint Martins en 2016, ha logrado que su ropa llena de lentejuelas genere su propio mundo.

Aunque se llevan más en alfombras rojas, sus diseños están lejos de ser los vestidos voluminosos tipo Dynasty, clichés de los ochenta, y más cerca de un código femenino de gala. Después de ganar el Fashion Award el año pasado por mejor diseñador emergente y haber colaborado con la tienda inglesa Browns, se anunció que será el diseñador invitado para la colección cápsula de Topshop de este año, que saldrá a la venta a principios de noviembre. La colección consta de 28 piezas e incluirá prendas de terciopelo neón, sus famosos estampados metálicos en jumpsuits, además de mini vestidos de lentejuelas en un rango de precios más accesible.
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