Raw Trip viene de una urgencia por viajar y registrar en formato análogo momentos simples de los paisajes o los sujetos retratados, sin una historia específica ni la pretensión de una estética.

El resultado de este ejercicio de experimentación técnica es darle cabida a errores que puede haber en el proceso de revelado, escaneado y ampliación, y sacarles provecho para obtener un print en donde se mezclan fallas digitales y análogas.

Disparé en película de 35 o 120 mm y revelé en laboratorios no profesionales donde utilizan químicos viejos, máquinas c41 sin mantenimiento, y donde no se tiene un cuidado particular por los negativos. Como resultado, se obtienen negativos sucios, rayados, con polvo, fugas de luz, marcas de químicos o sobreexpuestos, y que más adelante se escanean en baja resolución, sin correcciones de ningún tipo, para luego ampliarlos en un tamaño más grande de lo que normalmente permitirían este tipo de archivos.

La serie nace de ir en contra de la obsesión de buscar la calidad máxima de los formatos digitales como HD o 4K, entre otros. Intencionalmente busqué reducir la calidad de la imagen en cada paso del proceso, desde la toma hasta la impresión. Entonces se obtiene una mezcla de texturas.