En un edificio de despachos legales de Guadalajara hay una puerta con la leyenda “Liberal Youth Society”, pero no se trata de lo que a simple vista parece, sino del nuevo nombre de Weimar Youths, una marca de experimentos creativos en moda a cargo de Antonio Zaragoza.
El segundo aniversario de la marca coincide con su presentación en la Ciudad de México, y a propósito de esto, nos sentamos a platicar sobre los inicios confusos de la marca, el amor por la música, y la influencia de temas sociales en el diseño.
Daniela Navarrete: Tu marca se inspira en la parte cruda de ser joven. México tiene una de las escenas punk más grandes de América. ¿Crees que tenga que ver la relación entre el lugar de origen y estas emociones de rebeldía?
Antonio Zaragoza: Al principio no volteé a ver a mi país al buscar inspiración. Mi primer acercamiento fue desde Florida. Me acuerdo de mi primer día de clases, me llamaron un chingo la atención los “grupitos” que había de las diferentes subculturas. En ese momento aún no sabía que la moda iba a ser lo mío. Después de eso, en México, solo me interesaba la música y era algo antisocial, MTV me mostraba la escena de Estados Unidos y me llamaba la atención la alineación de la cultura americana con la nuestra. Tuve un primer experimento con mi marca Momo, y me di cuenta que para Weimar Youths buscaba algo más global, porque esos sentimientos existen en todos lados.
DN: Tuviste una marca antes, Momo. ¿De qué forma te sirvió esta experiencia?
AZ: Fue un experimento, hacíamos cosas muy raras. Por ejemplo, tripéabamos con la forma en la que se presentan las prendas al público en un gancho, y diseñamos alrededor de cómo se vería colgada hasta distorsionar completamente eso. El resultado era muy abstracto, la última colección que hice fue una locura. Fue un proceso complicado.
DN: Con el cambio de nombre, ¿qué cualidades de la marca se quedan, y cuáles se van?
AZ: Lo cambié por razones de marketing, no quería que fuera confusa la parte de identidad al tener un nombre de una ciudad de Alemania. Es importante comunicar que es una marca mexicana con enfoque global. Casi nadie lo sabe, pero William Burroughs, autor del poema donde aparecía la frase de Weimar Youths, vivió en la Roma. Incluso estuvo en la cárcel aquí. Sí existe una relación con México, pero no siempre es fácil de comunicar, y no quería geográficamente que la gente llegara a segmentar la marca. En la próxima colección sí quiero hablar más de mi entorno, no necesariamente de lo típico mexicano, pero me atraen temas como la pobreza, la violencia, y la rebelión mexicana que nace de esto. Quiero hablar de temas sociales, aunque la adolescencia siempre va a ser parte de la esencia. La sexualidad y las drogas, pero desde un punto de vista más maduro.
DN: Tus referencias suelen ser muy cercanas a ti, cosas que están a tu alrededor y con las que te sientes identificado. ¿Consideras que la marca es muy personal?
AZ: Sí, me cuesta trabajo salir de temas personales. La inspiración siempre es íntima de alguna forma. Películas que me gustan, música apegada a mí, todo es muy cercano. Me gusta que mis amigos me manden fotos y me digan: “esto es muy tu estilo”, que identifiquen mis ideas visualmente.
DN: ¿Cómo crees que la marca va a evolucionar y mantenerse al mismo tiempo, inspirada en la juventud?
AZ: Me llamó mucho la atención que me compra gente más grande, realmente es para quien sea. Cuando eres joven la sociedad te permite hacer lo que quieras, porque no entiendes nada sobre la vida, entonces tal vez estas personas buscan regresar a este sentimiento.
DN: Muchas de tus referencias son de otra época. ¿actualmente qué artistas crees que tengan una visión paralela a la tuya?
AZ: En música, me encanta Ariel Pink, visualmente influye mucho en el diseño de la marca. Hace unos años vi a Dive, y todo lo que decía Zachary en el escenario se me quedó grabado. También me gusta Gerard Richter, el pintor que hizo la portada de Sonic Youth… soy muy musical cuando se trata de buscar inspiración.
DN: Fuera de la moda, ¿has pensado en experimentar con otras disciplinas?
AZ: Intenté con la música. No soy malo, pero no se me dio. Aprendí bajo y guitarra. Pensé “bueno, puedo hacer ropa para los músicos” y por eso empecé a diseñar, ahí empezó todo. Últimamente me llama mucho el cine, le robé a mi tía una VHS del 2001, y grabo cosas. Tal vez cuando tenga un poco más de tiempo, el próximo año, intente acercarme más hacia el cine. Hacer un corto.
Momo Room presenta la pop-up store de Libreal Youth Ministry en Cozumel 62, Roma Norte, el 15 de noviembre a partir de las 5:00 p.m.
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