Eduardo Abaroa (Ciudad de México, 1968) tiene la increíble capacidad de conectar y comunicar a través de símbolos que para nuestros ojos pueden ser rutinarios, pero para los suyos son piezas reflexivas que convierte en dibujos, pinturas, instalaciones y esculturas.
La obra de Abaroa se distingue por ser un cargamento de observaciones llenas de emociones. Los materiales que utiliza son ricos en diversidad y parte del mensaje, convirtiendo su trabajo en un recado para los distintos receptores, en el que pone al centro el sentir universal actual de manera extraoficial.
Los nuevos imaginarios
Es sencillo conectar con su mirada multifacética durante la exposición, esto es debido a que de principio a fin hay obras que pasan de la interpretación a la identificación para que luego puedas localizarlas dentro de tu contexto.
El ojo del artista para encontrar objetos que podríamos pensar que no tienen sentido o que en ocasiones son basura, nos da una mirada fresca, innovadora, una total reinterpretación de la conexión que tenemos con los nuevos medios, el aislamiento y los cambios que hemos realizado y han generado impacto no deseado en nuestros territorios.
La isla quiere decirme algo
En esta exposición encontrarás obras creadas entre 2018 y 2022, es una muestra individual en la que puedes conocer el desenlace de distintas experiencias de coexistencia.
El espacio, lo físico, psicológico, los significados, nuestras percepciones… Estas palabras que pueden resultar azarosas dejan de serlo al recorrer cada una de las salas del Museo.
Los tres ejes rectores de la exhibición de Eduardo llevan por nombre: “Confinamiento”, “Trabajo de campo” y “Materiales, señales y registros”; entre dibujos conceptuales, esculturas, videos y una instalación, podrás sumarte a su proceso de percepción y transformación del espacio, de la reflexión a través de la tecnología, la explotación y la alteración del medio ambiente, así como sobre la expansión del ámbito urbano.
Lo colaborativo
Eduardo Abaroa colaboró con el pintor José Luis Sánchez Rull cuya obra podrás conocer en la primera sala y con el artista sonoro Antonio Fernández Ros en el vídeo de su visita a la isla Kapiti.
Personalmente, considero que es fundamental colaborar y este ejemplo es sinónimo de un trabajo bien orquestado. Los tres artistas se sumergen en el mundo de reflexiones sobre la conservación del entorno, los seres vivos que lo habitamos y el trazo marcado por el confinamiento en obras visuales.
“La isla quiere decirme algo” es su nueva exposición ubicada en el Museo Universitario del Chopo y ya puede ser visitada. Estará disponible hasta el 12 de marzo de 2023.
Conoce más en www.chopo.unam.mx
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