Carla Fernández: Sábado de Gloria

Colección primavera-verano 2020

0809
texto Emmanuel Sandoval
fotografía Ricardo Ramos cortesía de Carla Fernández

La inherente intención de Carla Fernández por conciliar la contemporaneidad con nuestra matriz ancestral, va más allá de la presentación de colecciones inspiradas y elaboradas bajo la esencia artesanal mexicana, y esta vez, su constante búsqueda por reconectar con nuestras tradiciones, la ha llevado —de la mano del artista Leonardo Linares, heredero de la tradición de alebrijes — a crear su más reciente colección primavera-verano 2020, Sábado de Gloria.

Tal como se cincela la piedra de una escultura o se teje la urdimbre de una prenda, Carla Fernández moldea —a mano—, el futuro de una marca que defiende el trabajo manual, y además lo dignifica. Su manifiesto desdibuja las líneas que separan al arte y el diseño como disciplinas y más bien, teje historias de unicidad entre éstas y la cultura mexicana. Cada proyecto que toca, además de hacerlo con un montón de alma y espíritu, rescata lo que de raíz nos define y lo convierte en objetos y experiencias contemporáneas que nos mantienen unidos a lo que somos.

Y en ese afán multidisciplinario con el que la diseñadora crea sus historias fue que incluyó, nuevamente, a Nohbords, el proyecto de danza y arte dirigido por Diego Mur. Ya el año pasado, Carla y la compañía presentaron, junto al artista Pedro Reyes, el performance Amnesia Atómica, un llamado al desarme nuclear. Ahora, en Sábado de Gloria, Nohbords, Leonardo Linares y Carla Fernández fusionaron moda, música, danza y escultura, y lo convirtieron en una de esas experiencias que definen el alma de la marca: la fusión de mentes creativas.

Celebrada en San Miguel de Allende, la pasarela —que forma parte del nuevo formato híbrido del Mercedes Fashion Week México, uno itinerante, presencial y virtual— fue una oda al saber hacer artesanal mexicano y un tributo a cada uno de los artesanos —la firma suma a más de 180 artistas de 10 estados— que colaboran temporada tras temporada con la firma. La cartonería, y su uso en fiestas patronales y religiosas en nuestro país, fue el hilo conductor de una historia que pretende rescatar nuestro pasados con miras a crear un futuro que no olvide de dónde venimos.

 

carlafernandez.com


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