
El mundo de Andrés Jiménez es uno donde la moda y la música fluyen con naturalidad, sin restricciones de género ni de normas preestablecidas. No hay límites, sólo la libertad de crear desde el instinto. Su marca, Mancandy, es el resultado de una necesidad profunda de expresión que nació en Cuernavaca y, por consiguiente, de la generación de un espacio seguro para él y las personas que buscan expresar su identidad sin miedos ni ataduras. ¿El inicio? Una ciudad donde el prejuicio social contrasta con la inquietud por vestir diferente, por desafiar lo que se esperaba de él. “Siempre fui el raro”, confiesa, “pero descubrí que en esa rareza estaba mi mayor fortaleza”. Mancandy entrevista Andrés nunca estudió Diseño de manera formal, pero su camino no lo necesitaba. Con intuición y valentía, empezó a alterar su ropa, a imaginar prendas que no existían en las tiendas, a diseñar desde el deseo y la experimentación. La transición de Cuernavaca a la Ciudad de México marcó el inicio de un nuevo capítulo, uno donde su estética se encontró con la escena musical underground y la cultura de la diferencia. Me comparte a través de palabras claras que nunca quiso encajar, pero tampoco sentía que tuviera que justificar lo que hacía. Simplemente tenía el coraje de hacer, vestir y decir lo que quería. Ver cada colección de Mancandy (fundada en 2008) es una exploración de texturas, formas y significados, una invitación a desmantelar lo cuadrado del menswear tradicional. Pero la moda es sólo una parte de su lenguaje. La música, con su carga emocional y su capacidad de transformar atmósferas, siempre ha sido su otra gran pasión. En 2017, en uno de sus desfiles, Andrés tomó el micrófono y cantó en vivo, un gesto que habló más de él que cualquier entrevista. “Era un momento donde todo cobraba sentido. No hay Mancandy sin música y no hay música sin Mancandy. Me convertí en uno de los primeros o quizá el único diseñador mexicano y del mundo en cantar en un desfile.” Mancandy entrevista
“Cuando era joven, si quería algo diferente, tenía que buscarlo en la ropa de mujer. Hoy los hombres están explorando, jugando con su imagen sin miedo, y eso me emociona.”

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