El placer en un acto: beber una copa de vino —que suaviza el día, que acompaña un buen bocado, que extiende una charla, que susurra emociones–. Y de esto la extracción de tres proyectos que hablan de vino: Ventura, Vinos Chidos y Mekanahuen, un rosado que en la burbuja suave encontró su corazón.
En la búsqueda por descubrir una uva diferente, conocí estos tres proyectos que hablan de vino. Su estrategia encontró respiro a través de lo digital —el mundo de las redes sociales y las compras on-line—, de principio, pero volverá lo presencial, porque esa es la manera más sabrosa de disfrutar uno de los grandes placeres de la vida: tomar vino.
Este proyecto es pasión por el vino con la ventaja de llegar a la puerta de tu casa. Un equipo basado en CDMX que hace una curaduría de vinos naturales, vintage, orgánicos, biodinámicos y de pequeños productores, los prueba y hace su respectivo delivery. Cada mes actualiza su lista de vinos y los pedidos se hacen a través de su página web, Instagram y WhatsApp.
Este proyecto nació en 2019 y fue una de las primeras tiendas de vino no comercial. Ventura tiene un trato muy cercano con sus clientes en cuanto a recomendaciones y dudas sobre las etiquetas que ofrecen. “Me gusta compartir en cada pedido o entrega las fichas de cada vino, cómo tomarlo, una breve explicación y el maridaje recomendado; somos una empresa mexicana acercando a pequeños productores de todo el mundo”, dice María José Díaz de Cossio Reynaud, fundadora de Ventura.
La lista de vinos de Ventura se actualiza cada mes. Los pedidos llegan a la puerta de tu casa y los puedes hacer en: venturaventura.mx, @venturaventuam (en Instagram) o, una vez avanzada la relación, vía WhtasApp. Entregan en CDMX el mismo día; y en todo México de 2-3 días, según el destino.
“La experiencia de poder encontrar un buen vino debe de ser igual de fácil que tomártelo”.
—Ventura
Es un buen momento para el vino. A México está llegando una variedad de etiquetas nuevas, de sabores llenos de detalles, de uvas que nacen en casas pequeñas alrededor del mundo y que ofrecen un vino diferente. De esos aventureros poco conocidos en la cultura del vino de esta ciudad, quiere hablar Vinos Chidos.
“El concepto en Vinos Chidos es tener etiquetas no comerciales, especiales, que no las encuentras en cualquier lugar. Queremos ofrecer vinos diferentes, interesantes, provenientes de bodegas chicas. Nuestros clientes son curiosos y les interesa salirse de lo tradicional. Y no es necesario ser un conocedor del vino, lo importante es la curiosidad. Además, nos enfocamos mucho en que exista una sinergia entre calidad y accesibilidad y que eso te invite a querer conocer un poco más de vinos”, platica la sommelier en Chidos.
Los pedidos a Vinos Chidos los puedes hacer desde su página web: vinoschidos.mx o directamente en la tienda (Ámsterdam 297, Condesa). En la tienda en línea, la entrega se hace en 90 minutos aproximadamente —también puedes programar tu hora de entrega—. El servicio a domicilio dentro de CDMX no tiene costo; en el Interior de la República sí, y depende del destino. Además, acaban de abrir la tienda en línea en Guadalajara.
De Meinklang, una bodega oriunda de Austria, elegí este rosado que en la etiqueta lleva una vaca y en lugar de corcho usa una corcholata. Su frizzante es ligero, su sabor seco y su tono rosado intenso. Es un vino para compartir, fresco y, honestamente perfecto para estas tardes de invierno con luz horizontal.
Prosa Meinklang lo encuentras tanto en Ventura como en Vinos Chidos.
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