Al evocar el nombre Hermès, se abre un universo lleno de tradición, calidad, creatividad e innovación, tejido con los hilos de una historia que se remonta a 1837, cuando Thierry Hermès incursionó en el mundo de la marroquinería. Fundado sobre la base de un taller de arneses —que sabía responder a las necesidades de su clientela— la firma rápidamente se distinguió por la excelencia artesanal, la persistencia y la atención al detalle. Desde sus comienzos, Hermès se consolidó como un emblema de elegancia y del savoir-faire, expandiendo su repertorio para abarcar el mercado de las sillas de montar y agregando paulatinamente otros accesorios hechos y ensamblados a mano, incluyendo corbatas, bolsas, carteras, bolsos y pañuelos, entre otros objetos. En cada pieza que lleva el sello de Hermès convergen la historia, la pasión y un compromiso inquebrantable con la perfección.

De Francia al mundo

Se dice que la moda es colaboración e información y, con esta declaración, Hermès abre las puertas de sus talleres al mundo a través de una exposición que después de 8 años regresa a México bajo el nombre de Hermès in the Making, abarcando los mundos de creación de la Maison, comenzando con la marroquinería —bolsos, carteras, reparaciones y cinturones— con la icónica Kelly en exhibición entre demostraciones de la costura sellier, la costura sello de la marca. 

Conforme avanzamos en el perímetro del espacio —con un montaje bastante dinámico y atractivo, por cierto— un camino de madera nos guía a los siguientes stands en donde nos topamos con el mundo colorido e ingenioso de los pañuelos de seda, que se sumergen en la pintura de los marcos de serigrafía para dar vida a las ilustraciones digitales. Si seguimos con el recorrido llegamos a las sillas para montar, donde se aprecia la construcción minuciosa a través de las curvas que hacen fluir al cuero. Después, el camino nos lleva a los guantes, acompañantes y casi una segunda piel para las manos, en los que su valor radica en los detalles.

Finalmente, todo culmina en el centro con los quehaceres de la relojería y la cerámica, dos menestrales que se basan en una observación meticulosa, que muestran las contradicciones complementarias de la espontaneidad y la precisión, ahí donde el tiempo es oro.

Cada costura, cada boceto, cada corte representa horas de trabajo y la pasión con la que los artesanos de la marca trabajan día a día con procesos altamente definidos, con una promesa de dedicación a su trabajo. 

Visita Hermès in the Making, del 7 al 17 de marzo en el Frontón México, de 11:00 a 19:00 hrs. entre semana y de 10:00 a 18:00 hrs. los fines de semana.