Me encontré con Javier Carro Temboury dos días antes de la apertura de su primera exposición individual en México. Era de noche y el espacio de Campeche 130, en la Roma, parecía un escaparate de dulces. La luz que emergía desde su ventana iluminaba la acera como un espectáculo accidental. Adentro, Javier —con mascarilla, las ropas llenas de polvo y el cabello recogido— trabajaba entre platos esparcidos en el suelo, plásticos, pinturas, monolitos de concreto, papeles, taladro y otros artefactos curiosos.
Esta es su sexta exposición en solitario —la primera en México—, después de haber presentado en Madrid, Saint Étienne, Viena y Bruselas. Su siguiente parada será París, ciudad donde vive desde hace algunos años.
Me recibió con una sonrisa escondida bajo la mascarilla y un fuerte olor a químico en el aire. Me dio la bienvenida al caos del cual ya me había advertido. Llevo siguiendo su proceso desde casi el inicio de su visita a la ciudad. Hasta entonces sólo conocía su trabajo por fotos, por algunas conversaciones y por haberlo acompañado a buscar piezas para “Intercontainers”. Pero nada se compara al resultado final, que venía anticipando ver desde hace varias semanas. Hoy me tocó ser partícipe del quehacer creativo, sin querer hoy fui observador y asistente de artista. Supongo que una mano extra nunca viene mal cuando hay un montaje por hacer.
Esta muestra lleva de nombre “Inciso” —más adelante Javier me explica más sobre este título—. Su cuerpo de obra se despliega en dos vertientes: “Intercontainers” y “Café Transversal”. Me gusta pensar que ambas dialogan desde perspectivas distintas, pero con un punto de partida común: objetos con historia. Encendí la grabadora y comenzamos con “Intercontainers”.
Intercontainers (Inciso en el curso natural de las cosas), 2025
Javier Carro Temboury (JCT): “Intercontainers” viene de pensar en los recipientes, en cómo viajan y se entrelazan. Es una especie de búsqueda, de sampleo de distintos lugares a través de esa tecnología ancestral que todas las civilizaciones han entendido: si necesitas contener algo, haces un recipiente. Y la cerámica se presta muy bien para eso.
En casi todos los países hay suelos que pueden aprovecharse para hacer cerámica. Habla de un saber tecnológico muy primario: resolver una necesidad. A partir de ahí, cada cultura lo deriva a sus gustos, sus formas, sus motivos. Pueden ser piezas artesanales o industriales, pero todas responden a esa misma función.
Parto de eso —de algo cotidiano, común— para intervenirlo. Las piezas en Francia no son las mismas que en México, o en España, o en Marruecos. Las reglas del juego son las mismas, pero el resultado siempre absorbe el contexto local.
Intercontainers (Dilema, entre otros), 2025
Y no solo hablo del gusto o estética de un país. En la Ciudad de México convergen objetos de todas partes. Mi idea inicial era toparme con muchas piezas tradicionales, porque sé que en el país existe una tradición impresionante de alfarería. Para mi sorpresa, lo que me encontré en los mercados venía de todas partes del mundo, y me pareció muy bonito. Aquí hay de todo: piezas industriales, souvenirs, cosas heredadas, cosas encontradas, y eso me sorprendió para bien. Si en una ciudad de 22 millones de personas todas las piezas hubieran sido artesanales, habría sido sospechoso, falso.
“Intercontainers” empezó en septiembre de 2022 en París. Era una pieza de suelo de 10 metros, una especie de floor piece. Desde entonces he seguido investigando y haciendo piezas murales más cortas. Me gusta pensar que son como frasecitas, donde cada mitad se conjuga con otra, y aparece un nuevo significado.
Las combinaciones de piezas se construyen por asociación. En esta muestra hay varias piezas que hacen alusión a lo cortante. Por eso el título de la exposición: “Inciso”. Porque un inciso puede ser una incisión, una disección —como lo que hago con los platos—, pero también es una interrupción del discurso. Como cuando estás hablando y dices: “hago un inciso”. Esta exposición es eso: Un paréntesis en la vida de los objetos.
Una cazuela que sirvió para cocinar durante generaciones, y que de pronto se extrae de su contexto y entra en diálogo encajándose con otra pieza, con otra historia. Me gusta imaginar esa trayectoria: alguien lo usó, luego se lo pasó a su hijo, luego se lo regaló a alguien, se lo olvidaron, y un día lo encontré yo y lo traje al taller. Y ahí, en ese momento, ocurre el inciso. Una pausa. Un cambio de destino.
Intercontainers (Las Insistentes), 2025
Zunshu (Z): Cada nueva ciudad se manifiesta a través de la tropicalización de tu obra, que, de alguna manera, termina siendo también la tropicalización de tu persona: como artista y como ser individual, como Javier. Es interesante que, al llevar a cabo este proceso, te apropies de los saberes locales, aprendas de las costumbres, de los modismos de aquí.
Has visitado más tianguis que yo —que soy gran aficionado a los tianguis—, te mueves en el transporte público, preguntas, y lo más importante: encuentras. Me consta que has tenido un amplio aprendizaje adquirido de boca en boca, y eso te lo aplaudo. Creo que lo comunitario está muy presente en tu obra, y eso se ve de manera muy clara en “Café Transversal”. Cuéntame más sobre eso.
Café Transversal VI, 2025
JCT: “Café Transversal” es un proyecto que parte de la misma lógica que “Intercontainers”: el interés por los recipientes como extensiones del cuerpo humano. Pero aquí, la obra toma otro camino más participativo. Inicio el proyecto convirtiendo el espacio expositivo en un café real, un entorno común donde los visitantes pueden pasar el rato y compartir.
La dinámica es sencilla: se disponen tazas y platos de cerámica, todos de segunda mano, y se ofrece café a los asistentes. A lo largo del evento, las tazas usadas se van acumulando sobre la mesa. Luego, se vierte concreto sobre la composición tal como fue dejada, solidificando el momento y transformándolo en una pieza permanente. Es una forma de inmortalizar un gesto cotidiano, de capturar lo efímero desde lo material.
Además, estas piezas llevan consigo restos de café, azúcar, saliva o pintalabios, residuos íntimos que les otorgan una carga vital. Son huellas de vida más que objetos. Así, el proyecto se aleja del arte estéril o industrial para abrazar lo orgánico, lo social, lo compartido.
Detalle de Café Transversal VI
Visualmente, las piezas se presentan como cortes transversales —de ahí el nombre del proyecto— que revelan no solo la estructura de los recipientes sino también la interacción que los formó. Cada taza es una vértebra y cada escultura es un cuerpo colectivo, un Frankenstein social compuesto por las decisiones y rastros de muchas personas.
El proyecto también responde al contexto local. En esta versión, por ejemplo, se utilizó café de olla y se invitó a la señora Janet del Mercado de Medellín a prepararlo en el espacio. Esa olla, usada durante la activación, también forma parte de la obra expuesta.
De Olla 4/4 (Café Transversal VI), 2025
“Café Transversal” se ha realizado en distintas ciudades y espacios, esta sexta edición es una evolución formal y conceptual del proyecto, que se entrelaza de manera natural con “Intercontainers”, dando pie a nuevas exploraciones sobre el cuerpo, el objeto y la memoria compartida.
Z: ¿De qué manera permeó México en ti? Digo, que ya lo conocías, pero ¿de qué manera lo conociste diferente ahora?
JCT: Creo que aquí hay una vibración, una especie de efervescencia de gente, de ganas, de energía que es muy nueva para mí, que no he visto en otra ciudad. Siento que algunos otros lugares en los que he vivido, como que está todo más lento, por ejemplo, Viena es una ciudad que tiene encanto porque todo va tarde, lento. Los vieneses dicen que si alguna vez hay una bomba atómica, que vayas a Viena, que todo les llega siete años más tarde.
Me gusta mucho que aquí la gente no se extraña y viene a comentar, hace poco una señora vino a pedirme si le podía pegar la cabeza de un niño Jesús, un señor que me vio con los platos en el suelo y me preguntó si estaba haciendo ofrendas. Es una delicia que todo sea de esta manera. No sé, mola.
La exposición “Inciso” se presentará en Campeche 130, Roma Sur hasta el 21 de junio del 2025.
Ediciones anteriores

192 Mix @ Regina Alencaster
Regina Alencaster está en todos lados. En el arte, en la moda y en todas aquellas conversaciones […]

Gabriel Orozco: politecnicismos aplicados
Lo politécnico se refiere a un cúmulo de ciencias, técnicas o disciplinas aplicadas en conjunto para llegar […]

El arte de unir contrastes: Taller 222 + Sangre de mi sangre
El ingenio mexicano siempre encuentra maneras de innovar, de crear nuevos caminos y objetos que superan el […]

Zona Maco 2025: Entre texturas, trampantojos y la estética del refugio
Recorrer Zona MACO siempre es una experiencia de inmersión entre diversas intersecciones, mi favorita, aquella que reside […]

Premios Gorrita Azul 2025: Del meme a la gala
Proyectos Públicos y Soho House Mexico se preparan para recibir la segunda edición de los Premios Gorrita […]

Salón ACME celebra su 12ª edición
Proyectos Públicos en General Prim 30 —un edificio cargado de historia en la colonia Juárez— se convirtió […]

Siempre Sí Vol. 4: Lo guapachoso también es político
El bodegón industrial en Lucerna 32 de la colonia Juárez, será el escenario donde Siempre Sí celebra […]

Feria Material Vol. 11: Entre comunidad, arte y un guiño a Lynch
El Hotel Habita fue el escenario para la rueda de prensa de la Feria Material Vol. 11. […]

Basoteve: Diego Vega Solorza en Art Basel Miami 2024
basoteve Quizás es la constante búsqueda de espacios para expresar sus ideas a través del cuerpo, el […]