Es común encontrar inspiración en la naturaleza. Todo el tiempo recurrimos a ella para buscar respuestas. Y si hablamos de perfumería, gran parte del universo olfativo está ligado a la madre natura.

Así también ha sido para la española LOEWE. Desde el lanzamiento de su primera fragancia en 1972, el vínculo con el mundo vegetal ha sido evidente. Para reafirmarlo la marca presentó en 2016 el perfume LOEWE 001 con un empaque que mostraba las fotografías botánicas del alemán Karl Blossfeldt, una metáfora visual perfecta para ilustrar la alquimia que realizan los artesanos perfumistas de la firma española.

Pero la nueva etapa de los perfumes de la casa viene acompañada del trabajo del fotógrafo finlandés Arno Rafael Minkkinen, quien reinterpreta el arte natural de las fotografías de Blossfeldt y añade un toque propio mediante la unión de la naturaleza y la desnudez del cuerpo humano. Lo que muestran las imágenes finales no es sino una síntesis de los conceptos de naturaleza y piel. La obra de Minkkinen, producida en los paisajes y las playas de Tenerife, España, es una simplificación de lo esencial, libre de adornos superfluos para transmitir la belleza escondida y sincera que existe en las formas naturales.

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