Hay dos puntos de partida para presentar esta colección, dibujada en la cabeza de Paul Andrew, director creativo de Salvatore Ferragamo. El primero es su origen, el cual se manifestó después de la lectura de los arquetipos femeninos de Carl Jung, psicólogo, curiosamente un hombre que en su estudio y práctica habla sobre la aceptación y completud a través de nuestros opuestos, es decir, del lado femenino y del masculino. Es clara la interpretación de Andrew respecto a eso, pues su colección otoño-invierno está llena de siluetas masculinas capaces de acentuar la feminidad en su conjunto.

De nuestro lado, estaba la necesidad de mostrar cercanía aun en momentos de distanciamiento, de crear una fusión imperceptible entre las piezas de mujer y las de hombre. Pensamos entonces en Columba Díaz, amiga y colaboradora de este medio, cuya energía intuye una fuerte dosis de libertad y de amor. Columba y Hannah Cottrell, su pareja, son nuestros opuestos en la nueva colección de Salvatore Ferragamo. Desde su casa, donde sucedieron estas fotografías, la pareja ejemplifica una nueva cara de la feminidad, abrazando el amor en carne viva.