San Miguel de Allende es de esos lugares que te acogen desde el primer segundo. Un espacio donde se nutre la mente y el corazón encuentra calma. A lo largo de los años, este pueblo se ha consolidado como un punto de encuentro creativo, donde surgen y convergen un sinfín de proyectos interesantes.

En esta ocasión, acudimos a visitar la tercera edición itinerante de Albergue Transitorio de Julia y Renata —proyecto originario de Guadalajara que celebra lo mejor del diseño mexicano contemporáneo—,  el cuál tomó lugar en el Hotel Casa de los Olivos, donde se expusieron una amplia selección de piezas de cerámica, joyería, ropa, libros y arte.

Visita @AlbergueTransitorio en Instagram para enterarte de sus eventos próximos.

Nuestra hambre por explorar la propuesta gastronómica de la región nos llevó a descubrir los proyectos de Levain & Co., un punto de encuentro entre lo experiencial, lo estético y lo comunitario.

Cumpanio, la indudable joya de Levain —ubicada en una edificación colonial en las calles aledañas al centro del pueblo—, homenajea el arte del buen comer. Desde su nombre, que proviene de “compañero”, se nos sugiere que este es un espacio de comunidad; la naturaleza del lugar invita a compartir platillos y momentos. En este sitio —con raíces en la tradición gastronómica italiana y francesa— lo tradicional y lo contemporáneo convergen a través de una fusión donde los sabores locales brillan de la mano de la magnífica bistronomía y panadería de raíces europeas, sumado con su coctelería de autor, convirtiendo cada bocado y cada trago en un festín sensorial para el paladar.

De Cumpanio surge Panio, una cafetería con múltiples sucursales en San Miguel que, al igual que su hermano mayor, planta sus cimientos en la tradición francesa, enfocándose principalmente en el pan artesanal. Su menú presume una amplia selección de hogaza de masa madre, postres, bebidas y alimentos.

Panio destaca por su alta calidad, su servicio rápido y su acogedor espacio; aunque lo que realmente los diferencia de las demás cafeterías locales son los talleres que ofrecen, donde cada semana invitan a la comunidad a aprender técnicas de cocina que van desde pan a base de fermentos hasta jarabes naturales de fruta.

Antes de volver a la incesante Ciudad de México, visitamos la Parroquia de San Miguel Arcángel, en la plaza del pueblo. Caminando por aquí, nos encontramos con Hortus, un restaurante que se mimetiza de manera natural con el espacio abierto del lugar donde reside.

Ubicado en una edificación colonial a la orilla de la plaza central, Hortus ofrece una vista que une a los comensales con la vida que se respira en el exterior. El diseño, a cargo del arquitecto Alberto Laposse, se inspira en la disposición de las jardineras de la plaza, dando la ilusión de un espacio privado que conecta con el verde del parque central.  

Con una filosofía que gira en torno al buen vivir, Hortus fusiona sabores mediterráneos con ingredientes locales. Cada detalle, desde la vajilla hasta el mobiliario, se ha creado en colaboración con artesanos y diseñadores de la región, haciendo que cada comida sea una experiencia que celebra tanto el entorno como la calidad de los ingredientes. Hortus es un rincón donde la sofisticación se encuentra con la sencillez, reflejando la esencia de San Miguel de Allende. Las formas orgánicas y la madera cuidadosamente elegida crean una atmósfera relajada, mientras que las piezas únicas, hechas en colaboración con proyectos locales, añaden un toque especial a cada mesa.

Este fin de semana en San Miguel, envueltos en su cultura y folclore, fue un recordatorio de lo valiosos que son nuestros pueblos mágicos. Más que destinos turísticos, son lugares vivos que guardan nuestra historia, donde lo que se come, se viste y se respira está profundamente arraigado en nuestras raíces.

Conoce más sobre Levain & Co. y sus proyectos en www.levainco.com