El textil es tradición en México desde antes de que se trazaran las fronteras que nos delimitan como país. Llevamos siglos perfeccionando el telar de cintura, descubriendo técnicas de teñido de fibras y desarrollando un universo de símbolos en los bordados. Es a través de estas tradiciones que conocemos las historias que los conquistadores no pudieron destruir. Relatos que lucharon por sobrevivir, escondidos entre las tramas y urdimbres, alimentados por las manos de las artesanas.

En México existen alrededor de 68 grupos étnicos, mismos que han trabajado por mantener sus tradiciones y por conservar sus recursos naturales.

La península de Yucatán, hogar del grupo étnico con mayor población del país —el maya—, quedó devastado en el año 2002 por el huracán Isidoro, suceso que inspiró el surgimiento de la Fundación Haciendas del Mundo Maya, A. C., una institución cuya misión es generar en las comunidades rurales mayas un desarrollo micro-regional sustentable. Uno de los proyectos de esta fundación es Taller Maya, conformado por manos que trabajan con técnicas artesanales de la zona, para crear productos en colaboración con diseñadores. Como en el caso de la última colaboración con Artell Moda en Telas, con quienes crearon una línea de cojines que lleva en sus bordados la memoria y la tradición maya. Cada uno de los cojines es bordado a máquina por artesanas de Santo Domingo Maxcanú, Yucatán y Ucum, Campeche, sobre las increíbles telas de Artell, como “Polonia Gris”, “Polonia Piedra”, “Lineta Marfil” y “Satín Marino”, además de estar detalladas con botones hechos a mano con la técnica de cuerno calado, por artesanos de Yaxunah e Itzincab, Yucatán. La colección está disponible en las tiendas de Artell en la Ciudad de México.

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