Coco siempre ha representado las distintas facetas de una mujer. De lo fuerte a lo frágil, lo duro y lo dócil. Encontró, además, cómo representar con exquisitez la feminidad en lo masculino.

En ese lado delicado está lo que sucede en la noche en la vida de cada mujer, esos rituales nocturnos que son únicos y que le pertenecen a nuestra intimidad. Para ese momento hay un lugar para el aroma, con el que el día se apaga y el cuerpo se despide y se funde entre las sábanas para dar lugar al sueño. Para ese momento y ese olor está la fragancia Coco Mademoiselle L’eau Privée, el nuevo falso opioide con el que la maison induce al sueño y la relajación. 

La fórmula emana de su fragancia madre, Coco Mademoiselle, resaltando sus notas más suaves, las del almizcle en acorde con jazmín y pétalos de rosa. Con ella, Olivier Polge, perfumista de la casa francesa, da vida a una versión aligerada de Coco Mademoiselle; nombrándola L’eau Privée. 

El secreto, según la maison, es aplicarla sutilmente en las zonas de pulso: cuello, muñecas, detrás de las orejas, escote y nuca. Y también sobre el cabello o la almohada.

Dulces sueños.

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