México en la piel – Cap. Tiempo

Todo empieza con una primera prenda.

2101
fotografía Kon Kau Chuey
texto Fernanda Sela
estilismo Priscila Cano
maquillaje Gio Lozano pelo Luis Gil
modelos Olga y Daniela @ New icon, Fabian @ GH Management

La primera pieza

 

El intento inicial de un diseñador por materializar una idea a partir de la cual nacerían todas las demás. Desde ahí empezamos a ver su mano, su estética. Y aunque a veces esa pieza no será la más interesante ni llegará a ser la “obra maestra”, todas han marcado un precedente. Son un punto de inflexión en la carrera de un diseñador, la metáfora de una lección, un parámetro para que la vara esté cada vez más alta, o la confirmación de ir en la dirección correcta.

 

Les pedimos a 24 diseñadores que nos dejaran entrar a su archivo para conocer su primera prenda, y desde ahí recolectamos todas estas historias. Cómo surgió, cómo se enfrentaron por primera vez a un proceso creativo y cómo a partir de ese momento de atreverse a decir “esto quiero”, cambió todo.

 

Ha sido necesario dar un salto al pasado y escarbar para entender el presente. Marcando el contraste entre un antes y un después, nos damos cuenta de cómo todos empezamos por algo, y a través de nuestra propia obra, nos transformamos en algo más.

 

 

PAC

Anillo de plata con baño de oro, 2002

Como tener una segunda oportunidad. Así fue rehacer este anillo que Paola Alvarado diseñó por primera vez en 2002, y que ahora tuvo ocasión de mejorar en un diseño más cómodo y más delicado. Descubrió también que además de sutil, el anillo podía ser dócil. De hecho, su nombre, Torque, en inglés significa rotar, torcerse, retorcerse. Paola procura siempre que sus piezas tengan movimiento, le gusta estudiarlas, observarlas y ver sus procesos. Con esa idea en mente enganchó cinco cuadrados, que vistos en plano, forman una cadena, y que en esta reedición resultaron en un diseño que se acomoda mejor sobre los dedos de la mano.

 

AVEC

Gargantilla en latón, 2016

Para Georgina Prieto, la diseñadora, la gargantilla fue como volver a empezar, tuvo que rehacerla una y otra vez. Su proceso no es tan complicado, pero llevó más tiempo que otras piezas anteriores. A cambio, entendió mejor el carácter de un diseño tan aparentemente sencillo, de sus líneas y sus proporciones, hasta que se convirtió en una lección.

 

Como quien está listo para lanzarse a lo grande, la gargantilla fue la primera pieza a la que Georgina dio nuevas proporciones. Sin despegarse de la geometría, un punto de partida recurrente, tomó como base el círculo, la más básica de las figuras, y siguiendo su circunferencia lo delineó con nuevos materiales. Por primera vez utilizó el bronce y el latón, y omitió el color.

 

NAPOLEON

Camisa en popelina de algodón, 2017

 

La camisa es la pieza que mejor ejemplifica cómo surgió Napoleon, una marca con nombre de hombre, y cuyo carácter reside en rescatar piezas masculinas y volverlas femeninas. Para hacer su primera prenda y una que tiene un lugar importante, Paola Quintero se apegó a la esencia de la camisa, se fijó en detalles como los cuellos rectos y las mancuernillas, y a partir de eso hizo su propia versión para mujer. En sus manos, la camisa convencional nunca será la misma, sino que es la base de diseños con cortes irregulares, mangas voluminosas y detalles como el off-shoulder.

 

BIBIANA P. COLMENARES

Pantalones de loneta 100% algodón, 2015

 

Bibiana nunca volvió a diseñar prendas en color amarillo, pero estos pantalones con cierres y aperturas en los muslos, son el antecedente de los Cut-Off Trousers que hizo más adelante para su segunda marca, Heart of Darkness, y en la que ahora todo es de color negro. Por eso tienen un lugar reservado en los principios de su trabajo, son un diseño que fue limpiando y limpiando, hasta perfeccionar el patrón original, para que quedara mejor adaptado a la silueta de cada género.

 

SIMPLE BY TRISTA

Blusón, 2011

La marca surgió con un propósito claro: el de traducir composiciones complejas a diseños simplificados en cuestión de confección, pero no por ello menos elaborados. El blusón Ofelia es el mejor ejemplo. Fue la primera prenda que se planteó con un sentido más simple, pero sin que se sacrificara la estética. En su diseño, lo más importante son la silueta y la riqueza de las formas. Está hecho únicamente con dos patrones, muy pocas costuras y un cuello amplio que rompe la simetría y añade movimiento.

 

Definitivamente marcó un parteaguas en las piezas que la marca presentaría a partir de entonces, y que, gracias a Giovanni Estrada, fundador, y Alexis Meza, siguen manteniendo su espíritu pionero.

 

 

ANNDRA NEEN

Bolso en alpaca y latón, 2010

 

Primero fue un brazalete con el patrón de jaula, pero las hermanas Annette y Phoebe Stephens decidieron convertirlo en bolso. Lo dibujaron así, como un cofre pequeño, y lo presentaron en Fashion Week en Nueva York. Ahora es la pieza por la que más las conocen, y en cada colección incluyen algo de jaula, como dijes, anillos, y hasta una funda para iPhone. Su estructura de rejilla deja ver las cosas que tiene dentro, así que quien lo usa, de alguna manera participa en el diseño con los objetos que le pone.

 

SANGRE DE MI SANGRE

Anillo en plata, 2009

 

El anillo Cornelius dejó muy clara la obsesión de Mariana Villarreal, su diseñadora, por las piedras preciosas. Desde la primera vez que lo hizo, su forma de garra no ha cambiado; en cambio, se renueva cada vez, modificándose según quien lo utiliza, de acuerdo con el diseño que elige. Su atributo principal es la piedra que sostiene. Cuarzos rosas, ágatas verdes, ópalos, granates y amatistas son las protagonistas, todas envueltas en cuatro acabados diferentes de una estructura de plata, que hacen que un mismo anillo pueda seguir transformándose en más de 120 versiones.

 

LIMONELLA

Collar de cerámica, 2016

La primera pieza fue el collar Ofelia. Como el resto de aquella primera colección, Connected, está hecho a base de conectores ensamblados de porcelana. Son eslabones que nacen del concepto de cohesión y dan una idea de unión o de lazo. Muchos vínculos están representados ahí. La directora creativa, Aline Berdichevsky, llevaba más de cinco años haciendo piezas únicas de joyería artística en Barcelona cuando sintió la necesidad de llegar a un público más amplio, más cercano, pero sin tener que realizar una producción masiva. Decidió empezar la marca junto con Karla, su hermana, y ésta fue una manera de reconectar con su propio país y su familia. Todas las piezas tienen nombre de una mujer —real o simbólica—, son series de 50 ediciones y cada una está numerada.

 

VARON

Anillo en plata, 2012

Viniendo de una familia de joyeros, seguro que Aarón Changpo ya lo traía dentro. Estaba estudiando dibujo; entonces hizo una serie de bocetos de partes del cuerpo y los tradujo a piezas de joyería. Con esas imágenes en mente realizó su primera colección en la que puños cerrados, un cerebro, una columna vertebral y una muela —ahora emblemática—, fueron interpretados en plata. De ahí nació también el anillo Forte, la primera pieza que vio materializada, y que simboliza unidad. Su intención es hacernos reflexionar acerca de por qué nos desconectamos del cuerpo, si el cuerpo es nuestra casa, y habitamos en él.

 

MACHINA

MIDI Controller Jacket, 2013

Antes que todo, ésta es una pieza que ha dejado una gran lección: la de aprender a desarrollar un producto que, además de diseño y patronaje, implica mucha ingeniería, pues crear una prenda inteligente es más complejo de lo que suena, casi tanto como construir un robot. La MIDI Controller Jacket —una chamarra con la que puedes crear música a partir del movimiento del cuerpo— fue presentada hace seis años y desde entonces se volvió viral, y no sólo en México. Constantemente sus diseñadores reciben cientos de mails de gente de todas partes del mundo escribiéndoles para pedirles una pieza, incluso doblan o aumentan significativamente su precio, pero el modelo ya no está a la venta.

 

Su producción se hacía de manera artesanal, las costuras y la unión de la electrónica con las telas se hacía a mano, y se trataba de un trabajo extremadamente complejo. Era muy complicada de fabricar.

 

Ahora el jumpsuit es la prenda que mejor representa a Machina, y la primera de su última colección que, contraria a las anteriores, que se enfocan en una sola pieza, ésta incluye un mayor número de prendas.

 

THE PACK

Capa en lana, 2013

La capa fue la primera pieza que hizo Patricio Campillo y también la primera que vendió. El hecho de verla terminada, de probársela por primera vez, hizo que viera realizado algo que hasta ese momento sólo había podido imaginar: ser diseñador. Desde entonces no la ha vuelto a producir ni lo hará; es más bien como un amuleto que, a manera de superstición, lo motiva a enfocarse en el futuro.

 

Solamente hizo dos, ésta es la muestra original que conserva como parte de su archivo.

 

IKER ORTIZ

Anillo en acero inoxidable, 2005

La gente verá este anillo y creerá que es de la última colección, pero en realidad tiene más de 13 años. Marca la ruptura entre la joyería clásica que Iker Ortiz hacía en el taller de su padre, y la contemporánea, la que realmente quería hacer. Este diseño que Iker hizo a mano, definió su estilo de piezas geométricas, con formas arquitectónicas, y trabajadas principalmente en un solo material: el acero inoxidable.

 

CYNTHIA BÜTTENKLEPPER

Capa de piel, 2012

Desde su primera colección, Cynthia eligió las capas para experimentar. Persistente como es, se apegó a esta prenda en un intento por actualizar el “típico poncho artesanal”, y eso se volvió un ensayo continuo. Se convirtió en una pieza por la que la gente empezó a reconocer su marca, pero no en una que siempre sea igual. Cynthia se planteó el reto de mantenerla, pero sin repetirla. Y modificarla, retrabajarla y reinventarla ha sido un proceso de crecimiento en el que la capa y su diseñadora han evolucionado de forma paralela.

 

La trabajó por primera vez en piel para su segunda colección. Sin tener mucha idea de cómo manipular este material, la hizo en su taller, como parte de un proceso que ella llama personal y experimental, y que realizó completamente a mano.

 

JOSÉ SÁNCHEZ

Biker, 1992

Desde que José Sánchez hizo su primera biker en 1982, ha promulgado el mensaje de que el cuero es para siempre. Y es que la chamarra de piel es una pieza que no tiene edad, aunque se modifique conforme a las temporadas, aunque José juegue con los colores y con las texturas y haga piezas nuevas cada vez. En cambio, siempre resalta su intención. Es más una cuestión sobre el poderío que una pieza como ésta puede tener; se trata más sobre cómo te hace sentir, y un poder de esa magnitud, no cualquier diseñador lo logra. La pieza tiene más de 25 años y su efecto no cambia.

 

CARLA FERNÁNDEZ

Capa en lana, 2016

La capa charra reúne los pilares sobre los que Carla Fernández ha construido su marca, como la colaboración con artesanos y la preservación de técnicas y la herencia nacional a través de sus diseños. Para esta pieza, Carla y su equipo trabajaron por primera vez con una cooperativa de artesanos hombres, los sastres charros —quienes por código de trabajo regularmente no colaboran con mujeres—, aunque curiosamente esta pieza fue confeccionada por una sastre inglesa, Erin Lewis. La capa en sí, además de hablar de la historia de México, es una combinación de sastrería de alta costura con la sastrería charra. Perfeccionar su corte contemporáneo es resultado de una profunda investigación. Actualmente se sigue produciendo.

 

SANDRA WEIL

Vestido en seda y mezclilla, 2004

 

Sandra creció en el taller de su abuela, y ahí hizo este vestido cuando tenía 19 años. Fue el primero que diseñó de principio a fin, con el que se involucró desde la elección de la tela y en el que manifestó por primera vez su visión estética: su primera oportunidad para crear moda.

Hizo la falda en tafetán de seda, y la combinó con un top y un saco hechos con la mezclilla de unos jeans que recicló. El efecto del vestido fue tal, que empezó a recibir pedidos de gente cercana. Sandra se dio cuenta de que el cambio que ella podría generar, tenía que ser desde ahí. La ropa tiene un impacto sumamente positivo, un vestido puede modificar por completo tu estado de ánimo, y después de ver que tenía la posibilidad de replicarlo en los demás, para Sandra no había otro camino.

 

1/8 TAKAMURA 
Abrigo en acrílico, 2012

 

Con este abrigo, que es un híbrido entre un quechquémitl mexicano y un kimono japonés, a Guillermo Vargas le quedó muy claro lo que quería hacer con su marca. Su construcción lo llevó a generar sus propios patrones, que no siguen las reglas básicas de la moda, y eso resume en pocas palabras lo que es 1/8 Takamura. Ahora es como su brújula. Cuando tiene dudas o se pregunta qué hacer, se remonta a él y le recuerda su camino.

PANTERA
Bolso Piercing, 2009

 

Nunca nadie había traducido en un clutch esa expresión tan antigua del piercing, que ha existido en todas las culturas como decoración corporal, hasta que las hermanas Alejandra y Laura Laviada lo hicieron. Lanzaron el bolso “perforado” hace nueve años, uno después de empezar la línea, y desde entonces se ha convertido en el diseño que mejor representa a Pantera, incluso fuera de México. Lo han hecho en diferentes pieles, y en distintos colores y tamaños. Su versión más reciente es un diseño adaptado a cangurera.

 

PAYS
Suéter en tejido de punto 2014

En síntesis, Pay’s podría ser la evolución moderna de los suéteres tejidos que todos usamos de niños y que nos traen recuerdos de décadas anteriores. Cuando esta marca los trajo de vuelta hace cuatro años, cambió los colores apagados de los suéteres convencionales a los que estábamos acostumbrados, por tonos vivos y neón, y los patrones de líneas o figuras geométricas, por dibujos más interesantes y actuales, como éste con un gato usando un chaleco tejido. Fue parte de su primera colección y hacerlo fue un reto: nunca habían intentado diseños tan elaborados. Ahora sacan el máximo provecho de esta técnica y el proyecto se ha extendido de suéteres, a ponchos, mantas, e incluso trajes de baño.

 

CARALARGA

Collar en cuerda, 2013

 

Casi como un experimento, Ana Holschneider hizo su primer collar jugando con una cuerda y un hilo encerado que había comprado en un mercado en Querétaro, en donde tiene su taller. A ese diseño ancho, de forma redonda y con textura irregular, lo llamó Cobra.

Hizo los siguientes diseños de la misma forma, pues en un inicio no hacía dibujos, sólo tomaba el hilo, lo manipulaba y empezaba a darle forma conforme el dictado de su imaginación. Más adelante, de la mano de Soco —la artesana con la que ha trabajado desde el principio— probó con otras técnicas para explotar el tejido que le parecía tan simple, pero que sabía que tenía un gran potencial. Ahora el personaje principal en todas sus colecciones es el hilo de algodón en crudo, la materia prima protagonista para cada una de las líneas, y en las que pronto incluirá sus primeras piezas de ropa.

 

MARIKA VERA

Negligé en poliéster, 2010

 

Para Marika, el negligé Sam resume la esencia de su marca. Lo hizo para su primera colección, en seda color durazno. Para diseñarlo, Marika pensó en una prenda que envolviera al cuerpo, casi sin tocarlo, y que dejara a la vista partes estratégicas y zonas erógenas. Está hecho de paneles que cubren y descubren, y es tan versátil como el ingenio de quien lo utiliza. Es un diseño ligero y vaporoso, que se mueve con fluidez. En palabras de Marika, es como una anémona. Quisimos rastrear la primera muestra, pero fue imposible. Hace unos años se vendió y ahora sólo quedan los diseños posteriores que, desde hace varias colecciones, se producen en distintos colores y en poliéster que, al contrario de la seda, es un material más durable y accesible.

MATHIEU MATACHAGA

Jumpsuit en poliéster y lana, 2016

 

Mathieu Matachaga tomó esta prenda originalmente masculina, utilitaria y más común de las calles, y la rehizo hasta transformarla en una pieza exquisita, en un tono fuerte de rojo. Su versión contemporánea del jumpsuit sigue las líneas naturales del cuerpo de la mujer —su punto de partida siempre—, y es la pieza con la que hasta ahora el diseñador francés, influenciado por Azzedine Alaïa, ha podido desarrollar su propio lenguaje.

 

BOYFRIEND’S SHIRT

Camisa de algodón, 2013.

 

De la más básica de las prendas nació el concepto para toda una marca. La camisa Boyfriend’s Shirt, como se llama, es simétrica, tiene botones al frente y atrás, y puede separarse en dos piezas sueltas. Además de haber sido el primer diseño que marcó la pauta para crear toda una serie de camisas posteriores, ha servido para impulsar a sus diseñadores a ser más creativos, y reinventar esta pieza unisex con nuevos cortes, colores, costuras e intervenciones.

 

CIHUAH

Vestido en poliéster, 2013

 

Como todos los diseños que vendrían después, éste fue el primero en tomar su forma del patronaje de la vestimenta indígena. Es un vestido que es sencillo y complejo al mismo tiempo, que a primera vista parece simple, pero que si te das cuenta, verás que está cortado en una sola pieza, no tiene pinzas y puede usarse de diferentes formas. En todo lo que hace Vanessa Guckel suprime el color, y recupera la construcción y la estructura de una prenda.

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