Santiago Ruiseñor, 38 años, fotógrafo.
De la familia Zoom, Santiago es el más verde, así se describe, nunca ha corrido un maratón y carreras, muy pocas. San es de esas personas que el deporte ha sido una constante en su vida desde siempre. Años de tenis, 6 o 7 veces a la semana, 5 o 6 horas, hasta que las rodillas le dijeron basta. De ahí pasó al básquetbol y al béisbol, hasta que encontró el futbol, de eso fueron más de 10 años. Antes de darle a la corrida, se clavó en la bici hasta que hizo la carrera Rompe Piernas, que lo dejó marcado. 140kms de recorrido en la Sierra Gorda, subidas interminables, tres llantas ponchadas, un entrenamiento interrumpido, el cuerpo casi a punto de rendirse y una meta que parecía nunca acercarse. “Tuve varios intentos de tirar la toalla, creo que ese ha sido el momento más duro, cuando llegué a la meta. Se me enchina la piel solo de acordarme.”
Pienso que Santiago tiene varios puntos clave o virtudes en su relación con el deporte. Además de ser un apasionado, tiene una capacidad física nata que lo pone en ventaja con la resistencia. Pero más allá de eso, tiene una fuerte creencia de que la mente es tu mejor aliado cuando hay que lograr un objetivo.
En nuestra charla me pone de ejemplo al japonés que rompió el récord comiendo hot dogs en la competencia anual que se hace en Coney Island. “No se fijó cómo le hacían los otros, ni se fijó una meta, sólo dijo —voy a comer todos los que me quepan—. El récord eran doce hot dogs, el japonés se comió sesenta. Y así tienes que funcionar, no puedo pensar en que tengo que correr 42k, tengo que pensar que voy a llegar y que voy a dejar de correr cuando vea que me están aplaudiendo o que ya no puedo seguir corriendo, ¿no?”
Su talón de Aquiles en el deporte y su miedo para este primer maratón son sus molestias a nivel físico. En su preparación para Austin, que lo correrá este domingo 14 de febrero, ha pasado de todo, un esguince en el tobillo, dolor en la rodilla izquierda, luego en la derecha y así sucesivamente. Su entrenamiento llegó hasta los 23k cuando la distancia que debió haber corrido era de 32k. Cuando entrenas, nunca debes de correr la distancia que será tu meta, para un maratón normalmente entrenas hasta los 32k. Esta vez sus rodillas otra vez lo traicionaron y le sugirieron mejor pararle a llegar más desgastado. Pero él está seguro y se inspira en la técnica del japonés que comía hot dogs.
Yo también confío en esa técnica, la de la mente, y nada me emociona más que pensar el momento en el que Santiago va a llegar a la meta. ¡Suerte amigo!
Ediciones anteriores

El check británico, 100 años después
Este es el verano del vintage check. El clásico estampado de Burberry —trama de herencia británica, memoria […]

#192Mix @ Emiliano Villalba
Esta playlist no es para escuchar de una sola sentada; es una recopilación extensa. Pero no te […]

Una gran idea: St. Regis Punta Mita
Un trayecto asomadas a la ventana, viendo pasar ráfagas de palmeras, montañas desérticas y la luz caliente […]

#192Mix @ Mauricio Guillén
Fotógrafo, cineasta y explorador, Mauricio Guillén ha construido una trayectoria que cruza fronteras y disciplinas. Su mirada […]

Del folclore al pixel, desde la palma de la mano hasta la gran pantalla
¿Qué pasaría si nuestra imaginación pudiera tomar forma y color con un solo click? El Lazo de […]

Entre herencia e innovación, Gucci presenta Labirinti
Estuvimos en la presentación de Labirinti, la más reciente colección de Alta Joyería de Gucci, celebrada en […]

Una amalgama que traza lo atípico
Imaginar un mundo donde la música y la moda no se crucen es imposible. Un eslabón soldado […]

#192Mix @ María Ponce
El universo de María Ponce está hecho de teatro, intuición y memoria. Su trabajo como diseñadora no […]