Emmanuel Sandoval (ES): Sabemos que todo ha cambiado, que la crisis nos está afectando a todos, en mayor o menor medida, pero en el caso del mundo arte, ¿cuáles han sido, desde tu punto de vista muy personal, los golpes más duros a los que se ha enfrentado en los últimos cinco meses

Rodrigo Feliz (RF): Esto nos ha sacudido a todos por igual, pero en el caso del arte, encontrarme con noticias como que Gavin Brown [una de las galerías más provocadoras de Manhattan, NY, fundada en 1994 y que forjó la carrera de artistas como Peter Doig, Rirkrit Tiravanija y Elizabeth Peyton] era absorbida por una blue chip gallery [término inspirado en la Bolsa de Valores y que se refiere a obras que, sin importar la situación económica, se espera que incrementen su valor en el mercado. También se refiere al éxito, constante, que tienen los artistas a los que estas galerías representan], o que Art Basel está siendo comprada por Fox, por los Murdoch, me deja pensando… ¿qué hacemos todos los otros?, y no me refiero a las ferias, sino a las galerías medianas de la Ciudad de México y Latinoamérica. ¿Qué hacemos las galerías que nos somos kurimanzutto y OMR? ¿Qué pasa con todos? La crisis ha sido una sorpresa sin precedentes, un revolcón muy fuerte.

ES: ¿Y esto es sólo la punta del iceberg? ¿Consideras que el sistema ya estaba un poco fracturado, que los circuitos del arte ya venían agonizando y que esta crisis terminó por romper lo que ya no tenía arreglo?

RF: Definitivamente la maquinaria del arte ya estaba fracturada desde hace muchos años. Pero hablando específicamente de Material, el diagnóstico era otro: teníamos un crecimiento orgánico y gradual año con año, que nos llevó a una séptima edición [febrero 2020] muy exitosa, la más exitosa en términos de participaciones internacionales, line-ups de galerías, de arquitectura, de visitantes, de profesionalismo en muchos términos. Habíamos logrado pulir nuestra relación con los galeristas, con los visitantes; en términos de arquitectura, de diseño, de planeación, de colaboradores, ésta ha sido la más exitosa también. Estábamos muy satisfechos con todo, y de repente nos llega la sorpresa del COVID-19. Nosotros no estábamos anticipando una ruptura, ni ser parte de estas fisuras del sistema que quizá nos vayan a llevar eventualmente a bajar el ritmo, y eso es frustrante porque estábamos in crescendo cuando de repente pasa esto, que sí nos tomó muy desprevenidos.

ES: Estaban empacando la séptima edición de Material Art Fair cuando empezaba a propagarse el virus fuera de China, y los noticieros y analistas hablaban de una posible pandemia. ¿Cuáles fueron las acciones que tomaron en ese momento?

RF: Semanas antes de que arrancara la edición de febrero, empezamos a escuchar las noticias del COVID-19 en China y de casos en otros países. Mis socios y yo lo platicamos y decíamos, ingenuamente, que no había nada de qué preocuparse, que estábamos muy lejos de China, y que no nos iba a afectar, y así fue, porque pudimos terminar la edición sin contratiempos. Literalmente terminamos de empacar Material y viajamos los tres a Nueva York, a la primera parada de una serie de viajes que normalmente hago solo por todo el mundo para asistir a la mayor cantidad de ferias y hacer conexiones e invitaciones a galeristas para que se unan a Material.

El caso es que nos fuimos los tres al Armory Show y a Independent Art Fair, visitamos al menos 100 galerías, fuimos a restaurantes, comimos hot dogs en la calle, nos subimos al metro, bueno ya sabes, toda la experiencia neoyorquina. A nuestro regreso nos enteramos de que esa semana fue en la que Nueva York registró la mayor cantidad de contagios, cuando la ciudad se convirtió en el foco de infección más grande de Estados Unidos. ¡Entonces nos cayó el veinte! De inmediato nos encerramos en nuestras casas, cerramos la oficina, dos semanas antes de que fuera oficial, y empezamos a ver cómo feria tras feria cancelaba, cómo galería tras galería quebraba, nos topamos con la cruda realidad, y entonces tuvimos que sentarnos y preguntarnos: ¿qué va a pasar con Material 2021?