Encarando la Palma de Oro...
fotografía Bryan Flores
estilismo Santiago Araico
maquillaje Lucía Gómez
pelo Clo Reyna
invitada Adriana Paz
agradecemos a Círculo Mexicano
por las facilidades otorgadas para la realización de estas fotografías
“If your dreams don’t scare you, they’re not big enough.” —Muhammad Ali
Adriana Paz ha llegado hasta acá. El rompecabezas de una carrera en la actuación —la apuesta de tantos, el sueño realizado de pocos— empieza a acomodarse a pesar de las incógnitas y los malabares de la vida, pero gracias a la perseverancia. Paz tiene más de 50 producciones en su carrera, además de que ha recibido tres veces un premio Ariel, por sus interpretaciones en La tirisia (2015), Hilda (2016) y La caridad (2017). A sus 44 años, es la primera mexicana en ganar el premio a Mejor Actriz del Festival de Cannes, en Francia —probablemente el galardón más importante que una actriz pueda recibir— por su participación en Emilia Pérez, de Jacques Audiard, una coproducción entre México y Francia, que también obtuvo el Premio del Jurado. Vaya acontecimiento.
Adriana llegó a Cannes sin expectativas: el mero hecho de estar ahí ya era un triunfo. De pronto, los rumores en los pasillos empezaron a escucharse cada vez más detonantes: “Emilia Pérez viene fuerte”, decían.
Emilia Pérez es un musical, pura tracción a sangre. Tiene el poder de hacerte temblar, retorcerte, reír, enchinarte y mover el pie a ritmo. Todo eso en una sola canción. Es un musical que no esperas, pero al que no le falta ni le sobra nada, ni una nota musical. Su repertorio —Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Selena Gómez y Adriana Paz— es entrañable; el guion, un puzle entre la amargura y la ternura; su música está repleta de agudos y graves —tiene mucho de ambos—, ápices que te mantienen aferrado a la butaca en espera de un gran final.
DANAÉ SALAZAR (DS): “Emilia Pérez” me sorprendió muchísimo, no me esperaba nada, nada, lo que vi en la pantalla, fue una grata sorpresa, felicidades. Al mismo tiempo es difícil de descifrar, y desde tu voz va a ser más rico. ¿Cuál fue tu primera impresión cuando leíste el guion de “Emilia Pérez”? ¿Visualizaste el resultado final?
ADRIANA PAZ (AP): Fue complicado, la historia es complicada y es algo que si sale bien puede salir muy bien, pero [desde el guion] también podría haber salido muy mal. Pero había qué arriesgarse, ¿no? Con las cosas más confortables, sabes que vas a la segura y éste no era un guion en el que fueras a la segura. ¡Qué arriesgado! Pensé. Sin embargo, se trataba de Jacques Audiard, un director que no sólo me gusta, sino que tiene una gran trayectoria haciendo su arte, y un oficio. Si alguien tenía la creatividad y la locura, ése era Jacques Audiard. Está loco, pero es de esa locura genial. Es creativo, no se queda en la zona de confort, arriesga y se lanza al vacío.
No entendí del todo el guion de Emilia Pérez la primera vez que lo leí, pero la sorpresa es un ingrediente preciado en esta carrera. Hubo cosas que yo le dije a Jacques durante la filmación: “¿Y esto qué? No entiendo qué quieres decir con esto”. Y él me preguntaba: “Y tú como mexicana, ¿cómo sientes que se va a recibir?”. Nunca sabes con certeza qué va a pensar la gente, pero nadie es monedita de oro para gustarle a todo el mundo. A mí me encantó ser parte de esta película tan arriesgada, tan salvaje y creativa.
vestido Cynthia Buttenklepper
DS: ¿Qué pensaste al saber que era un musical? Obviamente la música tiene un papel muy importante, pero sobre todo, muy singular. Desde mi punto de vista muy bien logrado… que no está fácil.
AP: A mí me encanta el musical, me encanta cantar, me encanta bailar, me encanta ver musicales, y eso me emocionó mucho. Y éste no es cualquier musical. Las coreografías de Damien Jalet son salvajes, hasta cierto punto oscuras, van contando la historia de Emilia, de Rita, y apoyan el drama que están viviendo los personajes, esa oscuridad en busca de luz y de encontrar respuestas a su vida.
La música de Clément [Ducol] y de Camille es genial. Coreografía y música se integran muy bien y suman para contar la historia de estas mujeres, de estos personajes tan fuertes y sensibles. Aparte de salvaje y audaz, es una película muy conmovedora. Desde el primer momento se sienten personajes con mucha carne, no bidimensionales, sino multidimensionales, muy humanos, con sus oscuridades y con su luz, y eso la hace muy rica.
DS: ¿Y qué fue lo que más disfrutaste del rodaje?
AP: La música; cantar.
DS: ¿En serio?
AP: Aparte de vivir en París, por supuesto.
DS: ¿Cuánto tiempo estuviste en París?
AP: Primero fui 12 días a la parte de ensayos, a conocer a Camille, ir al estudio y grabar las canciones. En esa primera etapa allá, trabajaba con Jacques, tenía ensayos con Karla [Sofía Gascón], quien interpreta a Emilia Pérez y a Juan del Monte o Manitas, y revisábamos detalles de los personajes.
El entrenamiento vocal sucedió en México con Juan Pablo Villa, y yo estaba fascinada —me fascina cantar y me encantó tener la oportunidad de que alguien tan bueno me preparara.
DS: Me imagino que trabajar con Camille y Clément Ducol, ambos músicos y compositores fuera de serie, debió haber sido especial y difícil al mismo tiempo.
AP: Cada episodio dentro de ese estudio era imponente; vivir la experiencia de grabar una canción, y de estar con una cantante como Camille, dándote instrucciones y entrenamiento, haciendo calentamiento vocal y físico para estar preparados, pero con Jacques ahí también. Era increíble verlos. La música es tan matemática, tan exacta, me hacían ajustes todo el tiempo hasta llegar a la nota que buscaban. Jacques cerraba los ojos y escuchaba. Y entonces pedía cosas como: “Ahora quiero que la cantes llorando, que se te quiebre la voz, que haya un dolor inmenso y que no puedas ni hablar”. Yo los veía con mis audífonos y el micrófono, desde la cabina, inquieta, y a la gente detrás del vidrio con la consola, moviendo mil cosas. Fue una experiencia nueva para mí y muy emocionante.
total look Hermès
DS: La música en la película es, de cierto modo, oscura. No es un musical de felicidad y perfección. Tiene el poder de llevarte a lugares lóbregos.
AP: Y durante la película, prácticamente no te das cuenta del cambio a empezar a cantar. La música se funde en las escenas y lleva al espectador hombro con hombro con el personaje a través de cada canción.
DS: ¿Cómo definirías la película?
AP: Es difícil de definir, es difícil meterla en un género, incluso. Porque es un drama, pero también tiene elementos de un thriller y hasta cosas de acción, pero es un musical también. Hay incluso momentos muy ligeros y de comedia. Es muy difícil de definir.
DS: Al llegar a Cannes, el festival más importante de la industria cinematográfica, se empezaba a rumorar que “Emilia Pérez” iba a desatar algo. ¿Qué significa para ti que “Emilia Pérez” haya ganado el Premio del Jurado? ¿Qué se movió en ti cuando lo anunciaron, cuando se promulgó tu propio premio?
AP: Es un honor ser parte de este proyecto. Para mí eso ya ha sido un ganar. Trabajar con un director como Jacques, con un “cast” de ese calibre: Edgar, Zoe, Selena, Carla. Para mí ya era una oportunidad increíble, significaba estar en uno de esos proyectos que estás esperando, que deseas, y haber sido seleccionada, fue un sueño.
Hacer cine es un triunfo; poder levantar un proyecto, producirlo, rebasar todos los obstáculos que tienes en un rodaje y en la producción. Y luego estrenar en un festival así es wow. Nunca había ido a Cannes y llegar de esa manera fue un regalo que no esperaba. No me gusta adelantarme porque no me gusta decepcionarme; entonces, no tenía expectativa alguna. Íbamos a estrenar la película en el festival y eso ya era un ganar-ganar. Fue un regalo por todos lados: haber ido al festival, caminar esa alfombra roja que es imponente, tomada de las manos de mis amigos, escuchando la música de la película, y con todos estos fotógrafos… Además, se rumoraba que “Emilia Pérez” venía fuerte. Un periodista me dijo: “hasta ahora es lo mejor que he visto en el festival; se está diciendo que “Emilia” viene con todo y que va a ganar”.
Yo pensaba, pues sí, igual Karla (Sofía Gascón) y Zoe (Saldaña) están muy fuertes para ganar el premio a la mejor actriz, pero nunca me imaginé que íbamos a ganar en equipo, es decir, un grupo de mujeres a la vez. El último premio que se dio así, fue el que recibió Almodóvar con Volver. Entonces, imagínate, Penélope Cruz, Yohana Cobo, Blanca Portillo, Lola Dueñas y Carmen Maura. Y de pronto, 10 años después, vuelve a ganar un grupo de mujeres por el trabajo que hicieron en conjunto, por su ensamble actoral. Y ser parte de eso es un sueño.
pantalón Cynthia Buttenklepper camisa propiedad del estilista
DS: ¿Dónde tienes tu presea en casa? ¿La tienes en un lugar especial?
AP: La de Cannes no me ha llegado. Creo que no estaba previsto que fuéramos cuatro las ganadoras y había sólo un premio. Espero que me lo den ahora que empecemos la gira.
DS: La sensación con la que terminé después de ver la película fue la magnitud que tiene, en la vida de cada uno, el perseguir tus sueños. El sueño de Manitas (interpretado por Karla Sofía Gascón) rebasa, incluso, lo que más quiere en la vida.
AP: Qué padre que sientas eso, porque es lo que yo siento también.
DS: Y tú, ¿con qué sueñas?
AP: Hacer un musical fue un sueño. Me gustaría hacer otro donde pueda explorar todavía más la voz cantada, la danza. Mi gran sueño es poder seguir trabajando, seguir viviendo de esto, haciendo proyectos que me reten, que me den la oportunidad de trabajar con directores que me desafíen, que admire.
DS: ¿Cuál es tu relación con la música? ¿De dónde viene tu interés por esa disciplina?
AP: Se la debo a mi papá y a mi abuela. Mi papá es un melómano, y a través de canciones de Queen nos hacía practicar inglés. Cuando se ponía a hacer talacha en la casa, le subía a todo con The Carpenters, The Doors y Queen. A él le gustaba mucho cantar y de pronto tocaba la guitarra. Mi abuelita, la mamá de mi mamá, cantaba hermoso y siempre la oía cantar por la casa, era muy católica, lo que me llevó a cantar en el coro de la iglesia. La música siempre estuvo alrededor mío. La música me mueve y lleva a lugares que disfruto muchísimo.
DS: ¿Crees que el arte y las expresiones creativas son un medio para impactar positivamente en la sociedad?
AP: Por supuesto. El arte es una manera de expresar el alma y, más allá de que es un medio de manifestación social, creo que es una vía para descubrir cosas de ti mismo. El arte te sensibiliza y te transporta a lugares que no esperabas, te saca del ocio. El arte y el deporte provocan que salgas de lugares oscuros y, a través de la práctica y constancia, que puedas descubrir algo luminoso. Ocupan tu mente, imaginación y energía. Esa energía creativa que todos tenemos, cuando no tienen una salida sana —como hacer música, pintar o escribir—, se pudre y te amargas. Es una energía poderosa que, si no la canalizas hacia el lugar adecuado, se va a sitios oscuros. Creo que es un medio importantísimo para sanar a la sociedad, para ayudarla a soñar, a imaginar, para canalizar en formas que construyan y no que destruyan.
DS ¿Cuáles son tus pilares de vida, tus fundamentos, los valores que te hacen tomar las decisiones importantes?
AP: Intento ser congruente con lo que soy y con lo que quiero. Si hay un proyecto que no va con lo que pienso, difícilmente lo voy a hacer. Intento ser congruente en mi vida personal y profesional.
Mi familia es uno de mis pilares, y eso incluye a mis amigos también, los más cercanos que se han convertido en familia, además de la gente con la que trabajo. Raúl, por ejemplo, ha sido mi manager desde hace 15 años. Me apoyo en ellos para tomar las decisiones; siempre están ahí y confío en su opinión porque jamás va a ser en mi contra. Creo en el trabajo en equipo y en la gente que me quiere.
Mi esposo y mi hijo son mis pilares. Volver a casa después de un rodaje, por ejemplo, es como volver a pisar tierra. Estar en un rodaje es estar en otro mundo, y cuando vuelves a casa, regresas a la realidad, a levantarte temprano para hacer los sándwiches, llevar al niño a la escuela, lavar un baño; regresas a tu cotidiano, a tener discusiones y encontrar las soluciones. Me encanta regresar a casa.
pantalón y chamarra Yakampot top propiedad del estilista
DS: ¿Estás lista para el Festival Internacional de Cine de Morelia? ¿Qué sensación tienes de que “Emilia Pérez” va a abrir el festival? Prácticamente será el arranque de la vida de la película en México.
AP: Es un festival muy especial para mí. Es un privilegio poder abrir el festival y que sea una película esperada para verse en México. Me encanta, me encanta; tengo muchas ganas de ir.
DS: Como dato curioso, la película no se filmó en México, ¿cierto?
AP: Hubo cosas que sí se filmaron en México, pero era mucho más controlable hacer algunas escenas en un foro, y la naturaleza de la misma película lo permitió al ser un musical. Hay musicales con un presupuesto enorme que da para cerrar calles, pero en éste no era el caso. Creo que funciona muy bien la forma en la que se filmó. Y no sé cuál fue tu sensación, pero para mí es México.
DS: Todo el tiempo se siente México.
AP: Cuando entré al foro y vi el tianguis dije: “pero se trajeron todo”. El trabajo de la dirección de arte, de diseño de producción, también es impresionante. Todo el tiempo es como estar en México.
DS: ¿Y viene el “crew” de “Emilia Pérez” a Morelia?
AP: Pues no lo sé, ojalá. Porque la película somos todos y es hermoso ver a las personas del crew que también construyeron esto. Sin todos ellos, no hay película.
DS: Felicidades de nuevo.
La lluvia arrecia en la Ciudad de México. Es el año que todos esperábamos ver llover, así de tupido: 2024. Es domingo, el único día de la semana que nuestro hermoso monstruo urbano despierta tarde. Las calles del Centro Histórico brillan gracias al agua fresca que les cayó. La melena oscurísima de Adriana se mueve a ritmo y no deja pasar los reflejos de la tormenta de la noche anterior. Caminamos por Madero, por Regina, al lado del MUNAL, mientras Bryan le toma algunas fotografías. Estoy al lado de la primera mexicana en recibir el galardón colosal —la Palma de Oro—; platicamos tranquilamente, levemente, con respeto. Me cuenta por encimita de su aventura en Cannes y su mirada se enciende.
Adriana Paz es un personaje sigiloso, sencillo como una hoja de papel en blanco dispuesta y en espera a ser intervenida por un crayón con mil colores. Parece que muy pronto el público la recibirá bramando su nombre.
total look Hermès
Danaé Salazar dirige Revista 192 desde su lanzamiento en 2008. Es periodista de profesión, editora de oficio y runner. Le encantan los croissants, imaginar libros, cantar con audífonos puestos y oler el mar. Próximamente la veremos cruzando la meta en el maratón de Tokio, Japón.
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