Adaptación. La palabra que ha marcado el 2020 y con la que tenemos que aprender a vivir —y convivir—. En Salvatore Ferragamo adaptarse no es una novedad, su fundador, por ejemplo, sobrevivió a una de las crisis —económica y humanitaria— más devastadoras de la historia moderna: la Segunda Guerra Mundial. Como ejemplo de lo que significa ser persistente para lograr un sueño, la firma, liderada ahora por el creativo británico Paul Andrew muta y se vuelve a adaptar a las circunstancias del presente: una pandemia que nos ha obligado a todos a reinventarnos.

En ese contexto, la casa florentina presenta su colección Pre-Spring —masculina y femenina— de manera digital y a través de la plataforma de la Camera Nazionale della Moda Italiana, que organizó su primera Semana de la Moda Digital de Milán.

La presentación no fue solo una muestra de lo que ya sabemos que hace —con maestría— Ferragamo: encontrar lo extraordinario en lo ordinario, sino un manifiesto y reafirmación de sus raíces y esencia, y una celebración a la capacidad de enfrentar desafíos con fuerza y sobre todo, estilo.

En ese sentido, Paul Andrew llevó la depuración y el minimalismo a nuevos estándares. La inspiración escandinava es evidente en el uso del color y las siluetas, que conservan esa esencia italiana de lujo gracias meticuloso trabajo sartorial de sus textiles. Adaptada a las nuevas circunstancias y al compromiso de la marca de crear colecciones con materiales sostenibles, esta nueva entrega fue confeccionada con materiales ecológicos y creada para que sea útil y versátil.

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