“No concibo un clóset sin una chamarra de cuero. Olvídate de los jeans o la t–shirt blanca, la chamarra de cuero es la pieza realmente indispensable de todo guardarropa”, aseguró enfática Daniela Cassab durante una charla en la que todo giró en torno a esta pieza y el por qué comprar una hecha en México es una excelente inversión.
Al igual que otras piezas icónicas de la historia de la moda, la chamarra de cuero nació para cumplir con ciertas funciones prácticas, en este caso, vestir a los miembros de la fuerza aérea (principios del siglo XX).
Para la Segunda Guerra Mundial, la prenda ya era sumamente popular entre la milicia y se le conocía como bomber jacket. Marlon Brando la hizo icónica cuando vistió una en el filme The Wild One. James Dean y Steve McQueen la convirtieron en el símbolo de los hombres rebeldes.


“Es también el símbolo de las mujeres rebeldes”, dice Daniela, “es esa prenda que te hace sentir cool, atrevido. Tiene una carga histórica tan peculiar que llevar una sí puede cambiar un poco tu personalidad”.
“El Fonz”, el entrañable personaje de Happy Days durante los 70 la hizo “viral” —la pieza está ahora en exhibición en el Institut Smithsoniano, en Washington, D.C.—. Una década más tarde, Blondie y Billy Idol las decoraron con estoperoles, pines y frases combativas y rebeldes.
“Es una de mis épocas favoritas en relación a la forma en la que se llevaban las chamarras de cuero. El punk le dio una nueva personalidad a la prenda, la convirtió en un símbolo, en un estandarte”, agrega Daniela.


Así, al terminar sus estudios en Parsons, en Nueva York, Daniela decidió que quería hacerse una máster en el diseño y manufactura de esta pieza. Regresó a México con una encomienda que parecía más simple de lo que se imaginó: encontrar las manos y materias primas adecuadas para crear las mejores chamarras de cuero.
En 2016 nace Dan Cassab, un estudio de diseño 100% mexicano que es estandarte del legado artesanal del país.
“Todos tenemos la idea de que Italia o España son grandes productores peleteros, pero aquí en casa tenemos una tradición centenaria que no le pide nada a otros países. Las manos de nuestros artesanos son expertas y la materia prima con la que contamos es excepcional”, explica Daniela.


En ese sentido, Dan Cassab está haciendo esfuerzos titánicos para que los clientes mexicanos —y extranjeros— se eduquen al respecto. ¿Cómo? Cada una de las chamarras de la marca lleva un folio que le da esa autenticidad de pieza única e irrepetible.
“Cuando haces prendas de forma artesanal sabes que cada una tendrá características y personalidades únicas. Esa es la maravilla de lo hecho a mano y la razón por la que nunca cambiaré nuestros procesos”.
Eso implica, entre muchas cosas, que los precios no sean tan accesibles para todos, sin embargo, ésta nunca será una razón por la que Daniela comprometa el proceso de manufactura, la calidad de los materiales y la paciencia con la que se crea cada chamarra.
“Una chamarra de cuero Dan Cassab es una muestra de que las manos mexicanas son fantásticas, que el diseño local tiene potencial y que lo hecho en México es una chingonería”.
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