Creador de la marca homónima, Salo Shayo es un diseñador orgullosamente nacido en la Ciudad de México, una urbe implacable que se ha levantado de los escombros para crearse una y otra vez y que, quizá por eso, no hay pedazo de asfalto o de cantera que no esté lleno de memorias. Esos vestigios son los que Salo busca reinterpretar, a través de toques nostálgicos y oníricos, pero sin renunciar a la proyección del futuro a través de la búsqueda de técnicas experimentales desde las cuales ha encontrado formas de evolucionar cuando se trata de crear balances, texturas y siluetas.

Danaé Salazar (DS): El artista fluctúa entre dos intereses que ha sabido conjuntar: la ecología y el diseño. Esta ecuación establece las bases de su firma.

Salo Sayo (SS): A parte de estudiar moda, mi otra opción fue estudios medioambientales. Es contrastante pero siempre me interesó la conservación de especies y del medioambiente. Me di un tiempo para explorar esa parte informalmente, haciendo mucha conciencia del comportamiento del ser humano hacia los animales y hacia nuestro entorno. Esto me hizo replantearme todo, desde la forma en la que me alimento, el modo en el que me comunico y mis acciones, lo cual tiene que ver con quién soy hoy —como diseñador y como persona—.

DS: Salo es, además, activista y actualmente dirige la organización Anonymous for the Voiceless en la Ciudad de México, a través de la cual busca evidenciar la vulnerabilidad y la falta de políticas de protección a los animales.

SS: Lo que quiero hacer con mi marca es que genuinamente sea green. Por ejemplo, no voy a producir en masa, la mayoría de la ropa se produce bajo pedido.

DS: Otra de sus prácticas constantes es el rehúso de espuma, un material altamente contaminante, que cobra una segunda vida creando el volumen de muchas de sus prendas, bondeando satines y algodones, además de sus exquisitos abrigos capitonados.

SS: Me tomó tiempo regresar a una forma de trabajo que tuviera sentido para mí. Amo la moda y quiero seguir creando, pero no solamente hacerlo por hacerlo sino que haya un mensaje. Quiero que realmente se traduzca en algo que tenga un valor que trasciende, no sólo una colección que dure una temporada.

DS: Crisantemos, alas simétricas, misticismo y la majestuosidad de un pasado que evoluciona, Salo Shayo invita a contemplarlo para reinterpretarlo y traducirlo en una renovada inspiración. A New Ode F/W 2024 es una colección integrada por diez looks.

SS: Antes, siempre iba como en aumento y después dije: diez looks son lo que el equipo y yo podemos manejar. Me gusta que haya una variedad de estilos, entonces siempre quiero que haya pantalón, falda, vestido, una capa y una pieza totalmente experimental. Ese es el caso de la enorme mariposa, pensada y ejecutada para ser justamente una pieza artística y muy editorial, más que una prenda de uso.

DS: Y es que, justamente Salo ha re planteado su lectura del México codificado —por ejemplo, el print con el código binario, quiere reflejar un mundo de menos pantallas y más amor—, y el haber elegido Chapultepec como el canvas para su campaña, busca transmitir la magia y el surrealismo mexicanos.

SS: Quiero hablar de México prehispánico, pero no desde el textil artesanal, sino desde un acercamiento a la estética de Luis Barragán o Diego Rivera, por ejemplo. Parte de la inspiración para esta campaña fue el Museo del Cárcamo de Dolores, en el Bosque de Chapultepec. El edificio y la fuente que hizo Diego, el mural que está dentro del agua, el origen de la vida, tiene mucha riqueza que está oculta y al mismo tiempo es muy México, pero también tiene una parte muy vanguardista y
minimalista que siento que no se explora.

“Quería que fuera México y que se sintiera México, pero abstraerlo un poco y que
se viera más contemporáneo.”

DS: Tomar el bosque…

SS: Si hablamos de lugares icónicos de la ciudad de México, tenemos obligadamente que mencionar a Chapultepec, un recinto lleno de historias y misticismo, que nos devuelve el optimismo, la serenidad y la calma, ante la agitada y a veces hostil vida en la gran urbe.

Salo Shayo propone, además de una colección conceptualmente bien consolidada, a la que la acompaña un mensaje “verde” sobre la responsabilidad en los procesos de producción, El arte, que por otro lado, nos lleva a la retrospectiva de un México glorioso en sus monumentos, de artistas contestatarios que narraron la realidad del país desde su disciplina. Y es que si algo caracteriza a nuestro país es la celebración y la vitalidad de una cultura que se reinventa todos los días, que se destruye sin miedo a los escombros, porque conoce la importancia de la fragmentación para crear majestuosos mosaicos y vitrales.

Conoce más en www.saloshayo.com