Hay un tiempo en la vida de algunos, en el que tenemos que detenernos en frío, como con una parálisis simbólica, para poder observar lo que se mueve alrededor. Son momentos de ánimo, decisivos, los parteaguas, los chingones y, sobre todo, los que dan miedo. Pero también los que te empujan. Es cuando algo te dice que la única forma de ver lo que hay del otro lado es saltando. Y saltamos.

Ese momento decisivo sucedió en 2008. En ese año, todos los que aparecen a continuación tuvieron las agallas —porque hay que ser valientes— de iniciar el proyecto que cambiaría su vida. Al lado de ellos celebramos 10 años de trabajo, de golpes con chispas de gloria y de sorpresas que saben a orgullo propio, del bueno, del neto.

Britney cayó en un meltdown. Yo gané el premio del mejor diseñador nuevo en los Mexico Fashion Awards, vestí a Julieta Venegas para su MTV Unplugged, terminé una beca en la Academia de Artes Visuales para estudiar foto y decidí hacer una pausa en mi proyecto de música para enfocarme en lo que sería mi futuro.

Ésas eran las cosas que sucedían en mi mundo en 2008. Trato de recordar algo de ese año, pero hoy parece un recuerdo muy, muy lejano del que casi no tengo memoria. Mi presente ahora nubla ese pasado. Todo ocurrió demasiado rápido:

Patio de mi casa. Pasaje América. Pasagüero. El Malva. Zemmoa. Te Amo. Marvin y Quetzal. EGR. David. Paragon. Mi primer Fashion Week Mexico. Fiestas. Diario de Fiestas x César Arellano. Melinda. Temores. Johann. Ortega. Paco. Mucho arte. Domestic Fine Arts. Annie Lask. Denise Marchebout y yo llegando a fiestas organizadas por Rodrigo, en las que no estaba en lista por ser el chico nuevo recién llegado de Cuerna.

MANCANDY es una marca de ropa para hombres y mujeres, un proyecto en el que su director creativo, Andrés Jiménez, combina moda y música bajo una misma etiqueta.

Descubría un México que no sabía que existía, que muchos no saben que existió, que ya no sé si existe… Un México lleno de pasión y de creatividad del que me mamaba cada segundo. En 2008 empecé Mancandy. Enamorado de las luces y la pasarela, al término de un desfile en Fashion Week Mexico, decidí que sería diseñador y así me llamaría.

¿Quién iba a pensar que 10 años después estaría viviendo una realidad que había visto sólo en sueños? A pesar de lo que otros decían, nunca dejé de creer en mí (es importante soñar).

www.mancandy.mx

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